La fuerza ciudadana derrota al alcalde Azain Ávalos Marbán y obliga a frenar la gasera impuesta desde el Ayuntamiento

La fuerza ciudadana derrota al alcalde Azain Ávalos Marbán y obliga a frenar la gasera impuesta desde el Ayuntamiento

Apetatitlán.— La organización vecinal demostró que cuando la ciudadanía se planta, ni el Ayuntamiento ni el alcalde Azain Ávalos Marbán pueden imponer proyectos peligrosos ni decisiones a oscuras. Frente a la presión social creciente, el presidente municipal no tuvo más opción que retroceder y anunciar públicamente que no otorgará licencia para la instalación de la gasera que pretendía colocarse a unos metros del DIF Municipal, del centro UPAEP y del Internado “Las Amarillas”.

La autoridad local intentó operar en silencio, minimizar riesgos y eludir explicaciones. Pero fueron las calles, la presión vecinal, las denuncias públicas y la vigilancia constante las que doblegaron al gobierno municipal y exhibieron un proyecto que nunca debió avanzar.

El mensaje del alcalde en redes sociales, en el que asegura que no dará luz verde a la obra, no se interpreta como un acto de responsabilidad, sino como la prueba de que la presión social funciona y de que el Ayuntamiento sólo reaccionó cuando la gente decidió organizarse y exigir transparencia.

Para la comunidad, esta victoria no es menor: es un recordatorio de que la autoridad miente cuando puede, retrocede cuando la ciudadanía se une y solo cumple cuando se ve acorralada. Y por eso nadie baja la guardia. Los vecinos advierten que seguirán vigilando, conscientes de que el gobierno municipal podría intentar reactivar el proyecto bajo otro nombre o por otra vía.

Hoy Apetatitlán celebra un triunfo que pertenece única y exclusivamente a su gente:
la fuerza del reclamo social detuvo una imposición peligrosa y le recordó al alcalde Azain Ávalos Marbán que el poder real está en la ciudadanía organizada.