Enrique Escobar Cortez, dirigente electo del Sindicato 7 de Mayo, anunció que promoverá ante las instancias de justicia federal un amparo y una demanda laboral por despido injustificado, del que, dijo, fue objeto por parte del gobierno del estado como represalia por las protestas que encabezó en contra del nuevo modelo de salud privada para los trabajadores del estado.

En rueda de prensa ofrecida la tarde de este martes, confirmó que ayer en la noche se le notificó su despido como trabajador adscrito a la Secretaría de Educación Pública (SEPE) aunque, indicó, no tiene por el momento un documento que avale la suspensión de sus servicios.

Sin embargo, mencionó que esta tarde, con la declaración de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros sobre su despido, quedó claro que en breve se formalizará su situación laboral, por lo que de inmediato promoverá un amparo.

«Estoy consciente de que lo que estoy haciendo está bien, no luchamos por canonjías, sino por los derechos de mis compañeros; con lo que hoy pasó queda claro que estoy despedido, pero esto no impide que sea dirigente del sindicato y mientras no haya una resolución de la justicia laboral seguiré siendo el dirigente del Sindicato 7 de Mayo», subrayó en rueda de prensa.

Y es que anotó que hoy la gobernadora Lorena Cuéllar confirmó el despido del servidores públicos por «afectar los intereses» colectivos y del sistema burocrático; incluso mencionó que se ha despedido masivamente a trabajadores y que se seguirá haciendo.

Acompañado de otros integrantes de la organización gremial, Escobar Cortez afirmó que pese a esta especie de revanchas no se dará marcha atrás en las protestas y movilizaciones que se tienen planeadas para los próximos días para exigir respeto a los derechos laborales.

Añadió que tampoco se pondrá un alto a los recursos legales para la obtención de la toma de nota que les ha sido negada por extrañas causas en al menos tres ocasiones, acusando que las estrategias que aplica el gobierno local a manera de represalia no tendrán mayor efecto ni producen miedo entre los sindicalizados.

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