El Cecapdif transforma vidas
* Es una
herramienta integral para encontrar un nuevo camino, ya sea un trabajo,
autoempleo, recreación o alcanzar sueños y metas.
Una llamada, una
persona, un lugar, una enfermedad; la vida está llena de vivencias que
transforman nuestra existencia desde el momento en el que nos conciben y hasta
el momento en que fenecemos. Algunos cambios son positivos, otros negativos,
pero no se trata de lo que la vida hace con nosotros, sino de lo que nosotros
hacemos con la vida y de lo que ésta nos da.
Y un claro ejemplo
de ello es Luis Alberto Díaz Suárez, de 35 años, quien radica en Teolocholco y
presenta pérdida de la vista desde hace 20 años debido a una enfermedad
crónico-degenerativa; sin embargo, esa discapacidad adquirida no lo ha detenido
en la búsqueda de aprender un oficio que lo ayude a generar un ingreso para su
familia.
Otro ejemplo de
perseverancia es Josefa Nezahualcóyotl Acoltzi, quien, a sus 62 años, decidió
poner en marcha su gran sueño de la niñez: aprender carpintería, lo que le ha
generado una doble satisfacción, pues, por un lado, ha cumplido una meta, y por
otro, se mantiene activa y ocupada en una etapa difícil de vida.
Ambas personas
han conseguido resultados relevantes al
aprovechar los talleres técnicos que ofrece el gobierno del estado, encabezado
por Lorena Cuéllar Cisneros, a través del Sistema Estatal para el Desarrollo
Integral de la Familia (Sedif), que preside de manera honorífica Mariana
Espinosa de los Monteros Cuéllar, a través del Centro de Capacitación para
Personas con Discapacidad (Cecapdif).
Hablemos de
Discapacidad
La Organización
Mundial de la Salud (OMS) define a la discapacidad como cualquier restricción o
impedimento de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del
margen que se considera normal para el ser humano y se caracteriza por limitaciones
para el desempeño de una actividad rutinaria considerada regular, las cuales
pueden ser temporales o permanentes.
De acuerdo con los
últimos datos publicados en 2020 por el Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (INEGI), en México hay 20 millones 838 mil 108 personas con algún
tipo de discapacidad, es decir, 16.5 por ciento de los mexicanos. En Tlaxcala,
existen 203 mil 625 personas con discapacidad, con limitación en la actividad
cotidiana o con algún problema o condición mental, lo que representa el 15.2
por ciento de la población total.
La discapacidad
afecta la forma de vida de toda una familia, pues implica el aumento de gastos
y reducción de los ingresos, sobre todo, porque, de manera general, las
personas con discapacidad experimentan formas comunes de discriminación, como
un alto nivel de desempleo, prejuicios en cuanto a su productividad y la
exclusión del mercado laboral.
Es por ello por lo
que, para promover sus derechos y bienestar, las personas con discapacidad
requieren distintos tipos de apoyo como lenguaje incluyente, rehabilitación,
ayudas técnicas como dispositivos tecnológicos, y materiales que permitan
compensar una o más limitaciones en lo social y/o lo laboral. Por ello, el
Sedif ha implementado acciones que abarcan la mayor ayuda posible, como el
Cecapdif.
¿Y qué pasa con
las personas de la tercera edad?
La Organización de
las Naciones Unidas (ONU) establece la edad de 60 años para considerar que una
persona es adulta mayor, aunque en los países desarrollados se considera que la
vejez empieza a los 65 años. Y aunque la edad debería definir una etapa de la
vida, lamentablemente, se considera como señal de que ya no se es apto para
hacer muchas actividades.
En México, se
considera adulto mayor a una persona que tiene más de 60 años, y a pesar de que
se trata de la etapa que suma todas las experiencias de vida y pasa por la
mayoría de las metas familiares, profesionales y sociales, también significa
más desafíos, como desigualdades y discriminación, entre otros.
Estadísticas
oficiales indican que, en nuestro país, hay 15.1 millones de personas de 60
años o más, que representan 12 por ciento de la población total, mientras que
en Tlaxcala son 98 mil 229 personas de la tercera edad, es decir, el 8.4 por
ciento de los habitantes.
A nivel nacional,
se reporta que el 16 por ciento de los adultos mayores sufre de abandono y
maltrato, y este escenario empeoran si se considera el desempleo, razón por la
cual era necesario crear proyectos como el Cecapdif, para desarrollar
conocimientos y habilidades en las personas con menos oportunidades para lograr
una inserción laboral digna en alguna empresa o dependencia, o lograr el
autoempleo.
Visibilizar lo
invisible
Aunque vivimos en
un mismo mundo, pareciera que está dividido por otros más pequeños, debido a la
desigualdad, el desinterés, la apatía y otros factores que marcan una notable
segmentación de la sociedad y colocan a personas como Luis Alberto o Josefa Nezahualcóyotl
en un grupo “minoritario” que sufre discriminación y/o rechazo ante cualquier
ámbito como laboral, deportivo, social y otros.
Y debido a que
este desafío requiere soluciones urgentes, el Centro de Capacitación para
Personas con Discapacidad, ubicado en la “Ciudad de la Inclusión”, ha surgido
como un faro de solución en un panorama desolador para las personas de la
tercera edad y con discapacidad.
Con un enfoque en
la vinculación laboral o el autoempleo, el Cecapdif se posiciona como un
proyecto esencial para visibilizar estos dos sectores de la población. No es
solo un lugar para aprender cosas nuevas: es una herramienta integral para
encontrar un nuevo camino, ya sea un trabajo, autoempleo, recreación o alcanzar
sueños y metas.
Se trata, pues, de
un lugar donde se transforman vidas, donde las personas adultas mayores y con
discapacidad dejan de verse como meros objetos de protección para ser tratados
como sujetos de derechos.
Gobierno humano
La gobernadora
Lorena Cuéllar Cisneros estableció acciones y proyectos a favor de la inclusión
de estos sectores de la población, al aperturar espacios accesibles de trabajo
acorde a la ley general de accesibilidad para la inserción laboral, razón por
la que la atención en el Centro de Capacitación para Personas con Discapacidad
coadyuva a mejorar su calidad de vida.
“Estoy sumamente
feliz. Yo fui afortunada en la vida al ser maestra de educación especial de
niños sordos, ciegos y fui también maestra de capacitación. Daba talleres de
cocina en aquel entonces, y las personas quieren oportunidades laborales,
quieren sentirse útiles, quieren demostrar su capacidad y, hoy, este lugar que
se construyó para quien lo necesite, es un lugar mágico para que puedan
encontrar las herramientas, la paciencia, el maestro, el compañero y todo un
ambiente hermoso para ellos”, dijo en entrevista la mandataria estatal.
“Si tu cuerpo o
edad te limita, no dejes, que tu mente y alma también lo hagan”
Las instalaciones cuentan con una tienda DEMO OXXO, un aula de computación, de lenguaje de señas, taller de electricidad, de pintura textil, globoflexia, carpintería, panadería y repostería, auditorio inclusivo, cocina completa, consultorio médico, psicológico y fisioterapéutico, equinoterapia, tienda de souvenirs, área de administración, áreas exteriores, estacionamiento y zona de vigilancia.
Así, el Cecapdif se convierte en una herramienta esencial para demostrar que una limitación física, mental, intelectual o la edad no es igual a ser inservible, pues aquí se aprenden cosas, refuerzan conocimientos y habilidades, se socializa, pero, sobre todo, se transforman vidas.
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