La semana pasada nos enteramos de que no había ni tortillas para comer en el hospital regional de Calpulalpan, consecuencia de la fallida contratación de los servicios centralizados de la administración IMSS – Bienestar.

Todo México se enteró del fracaso de los nosocomios en manos del bodrio creado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pasamos primero por enterarnos de que no servían los aparatos más sofisticados por falta de mantenimiento, ni había autoclaves.

Posteriormente no había tratamientos contra el cáncer para los derechohabientes, luego no había ni paracetamol, ni medicinas en general.

Las plumas a fin al régimen festejaron que la cercanía de Tlaxcala con el Estado de México donde se ubica la Mega Farmacia de López Obrador, señalando que por fín se vendría a solucionar el problema del desabasto de medicinas que azota a los tlaxcaltecas.

Nada de eso pasó, ahora no hay ni para comer tortillas en los hospitales que se sumaron al sistema de salud nórdico prometido por el oriundo de Macuspana.

Y ante todo este desastre ¿dónde está el responsable?

¿Alguien ha visto al delegado del IMSS – Bienestar Gabriel Gutiérrez Morales?

¿Ya convocó a una rueda de prensa para culpar al PRIAN de este desastre?

¿Algún comentario que de tranquilidad a los tlaxcaltecas?

Las respuestas usted ya las conoce.

Valdría la pena que las autoridades federales se den una vuelta por las tierras tlaxcaltecas para buscar al funcionario, porque estamos a nada de lanzar una alerta amber o pagar un comunicado en Canal 5 para que el serviciode la comunidad nos informe dobre el paradero del integrante de la 4T.

Digo, que al menos salude.

Nos leemos la próxima semana.