Desde el Cecapdif, Luis Alberto y Josefa construyen un futuro brillante, de autonomía e independencia

Desde el Cecapdif, Luis Alberto y Josefa construyen un futuro brillante, de autonomía e independencia

•         Este centro contribuye a cumplir uno de los máximos compromisos del gobierno estatal: El bienestar de las personas con discapacidad y de los adultos mayores

 

(Ana Rojano) Alcanzar la autonomía e independencia son dos de los objetivos que buscan quienes participan en los talleres del Centro de Capacitación para Personas con Discapacidad (Cecapdif). Es el caso de Luis Alberto Díaz Suárez y de Josefa Nezahualcóyotl Acoltzi, quienes acuden a este espacio convencidos de que no hay impedimentos para cumplir sus sueños.

 

Así, con sus gustos y metas particulares, Luis Alberto, desde el taller de panadería y repostería, y Josefa, desde el de carpintería, construyen en el Cecapdif un futuro brillante.

 

“En la Ciudad de la Inclusión me impulsan a sacar lo mejor de mí”, Luis Alberto Díaz

 

Luis Alberto, de 35 años de edad y con pérdida de la vista desde hace 20 años debido a una enfermedad crónico-degenerativa, tiene el propósito de aprender para emprender su negocio: Contar con su propia panadería, ya sea en su natal Chiapas o en Teolocholco, donde radica actualmente.

 

De esta forma, en el taller de panadería y repostería del Cecapdif, además de encontrar una distracción para sus problemas, aprende todo lo relacionado con el oficio, lo que le resulta altamente satisfactorio.

 

Tras señalar que su inspiración principal son sus hijos y su esposa, Díaz Suárez describe que la panadería para él es un oficio muy bonito, algo que le gusta hacer, por lo que quiere continuar aprendiendo en el nivel intermedio y avanzado.

 

En este sentido, afirma que su discapacidad visual no es impedimento porque en la Ciudad de la Inclusión ha encontrado maestros y personal altamente empáticos que le hacen sentir bien y que lo impulsan a sacar lo mejor de él, día a día.

 

“Quiero agradecer a la gobernadora que nos abre las puertas de esta institución y a todos los que colaboran aquí. He aprendido otro aspecto que es convivir con todos los compañeros que también me ayudan a socializar y desenvolverme un poco más”.

 

Y para cumplir sus metas, tiene el firme propósito de aprender todo lo que implica este oficio, desde amasar los ingredientes propios como la harina, leche, huevos, levadura, sal y azúcar hasta lograr la más fina cocción de sus piezas.

 

“He hecho un gran esfuerzo con tal de no darme por vencido porque he notado que la panadería es un negocio que es demasiado práctico y sencillo de aprender”, menciona.

 

“Aquí he realizado el anhelo de aprender carpintería”: Josefa Nezahualcóyotl

 

 

Desde niña, a Josefa Nezahualcóyotl Acoltzi, de 62 años de edad, le fascinó la carpintería, por lo que ahora acude gustosa al Cecapdif para prepararse en este oficio.

 

“Me gustaba ver cómo el carpintero se ponía a trabajar, sobre todo cuando elaboraba juguetes y ahora me siento feliz porque siempre me vi aprendiendo carpintería y ahora en este centro hago realidad esa intención”, dice satisfecha porque, gracias al taller de carpintería del Cecapdif, ya ha elaborado sus primeras piezas: una carriola de juguete y unas tablas de cocina para picar, todo elaborado a mano.

 

Y su deseo no termina ahí, porque quiere además aprovechar lo aprendido para obtener ingresos haciendo cosas más grandes, como una puerta, por ejemplo.

 

Y es que en la Ciudad de la Inclusión -platica Jose, como le dicen de cariño-, le enseñan con paciencia el oficio para descubrir y aprovechar al máximo su potencial, habilidades y talentos.

 

“Me dio mucho gusto, porque yo no pensé que pudiera hacerlo. Vengan a aprender porque sí se aprende y aparte de eso, nos van a traer a casa y no nos cuesta nada, porque aquí nos dan el material, no gastamos ni en pasaje”, invita.

 

La felicidad que siente Josefa Netzahualcóyotl también la comparten sus hijos, quienes, sorprendidos, pero sobre todo orgullosos, ven que su mamá demuestra que la carpintería no es un oficio sólo para hombres, y que puedes cumplir tus sueños a cualquier edad.

 

“Me encanta que haya nuevas historias en la vida de los tlaxcaltecas”: Lorena Cuéllar

 

Es así como el Cecapdif contribuye al bienestar de las personas con discapacidad y de los adultos mayores, uno de los máximos compromisos asumidos por la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros.

 

“Me encanta que haya nuevas historias en la vida de los tlaxcaltecas. Entrar a los hogares, cambiarles esa historia de vida de aquella persona que no ve y que hoy puede ser panadero, o un adulto mayor que puede construir una tabla para venderla para salir adelante es crucial”, subraya la mandataria.

 

Por ello, respondió al anhelo de cientos de familias que durante sus recorridos por el estado le planteaban la necesidad de un lugar para que sus seres queridos con discapacidad o de la tercera edad tuvieran la oportunidad de salir adelante.


“Es una oportunidad de capacitarlos para que ingresen a un centro laboral y eso me llena de alegría porque independientemente de que tiene su apoyo económico, saldrán adelante por su trabajo, esfuerzo, lucha y porque el DIF les da grandes oportunidades”, destaca Cuéllar Cisneros, quien busca hacer de Tlaxcala un ejemplo de inclusión.

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