El Imitador de América

El Imitador de América

Buenos días. Este camino de mi vida tanto en el mundo de la televisión, el disco y los espectáculos, me ha llevado a conocer y tratar a grandes artistas e intérpretes nacionales y extranjeros con los cuales he trabajado de cerca, ya sea en sus lanzamientos discográficos, ya en sus giras, ya realizándoles un video. En el mayor de los casos hemos trabado una amistad que dura al paso de los años, y eso, me ha dado la oportunidad de adentrarme en el ser humano dejando de lado al artista.

Recordarlos me lleva nuevamente a ese mundo de adrenalina, de nervio, al ser partícipe de sus conciertos. Muchos son los personajes y los nombres famosos con los que tuve la fortuna de convivir, pero me faltaba uno; uno al que admiraba desde hace tiempo y que lo conocí hace muchos, muchos años, pero la diosa casualidad me alejó de él.

Un artista en toda la extensión de la palabra, un ser dotado de una garganta capaz de reproducir infinidad de voces, que se adentra en el personaje que imita y que lo hace suyo.

Él es, Gilberto Gless, el multiafamado “Imitador de América” que nos hace vivir, reír y gozar con sus diferentes caracterizaciones de artistas a los que se “fusila”.

A mi me tocó escuchar en la radio en la “W” a Tilín “El fotógrafo de la voz”, después surgieron algunos más hasta llegar a los Polivoces, enseguida vino Julio Sabala, luego están Omar Alonso, Roy Ramos, Gonzo Zaz, Carlos Bardelli, Pepe Caravelli y otros tantos que hacen su luchita. Pero la realidad es que a Gless se le cocina aparte.

Hace unas semanas recibí una llamada de una empresa para llevar un espectáculo a varias ciudades del interior; sin dudar, recomendé a Gilberto, pues con él la diversión estaría garantizada. Y tuve razón: en las poblaciones donde estuvimos resultó un éxito total e inolvidable para los asistentes. El andar en esa mini gira, me hizo conocer al personaje al que años atrás por razones del destino no tuve oportunidad de tratar, y del cual ahora reconozco su bonhomía, su talento y su capacidad camaleónica para interpretar a tantos personajes.

Gilberto nació en Parral, Chihuahua, el año del 63; a principios de su carrera empezó a destacar por sus intervenciones con sus hermanos en un grupo llamado “Gless and Gless Show “en la ciudad de Chihuahua. Por su calidad, apoyado por su familia decide trasladarse a la ciudad de México donde empieza una meteórica carrera realizando largas temporadas en prestigiosos centros nocturnos de la capital del país.

Conjuntamente empieza a realizar programas para televisión tales como: En Vivo, Siempre en Domingo, un Nuevo Día, Sábado Gigante, Al Ritmo de la noche, Pécatelas, Ándale, etc.

Ha participado en festivales de renombre tales como, Acapulco Fest (tres años consecutivos), el de Viña del mar, en este último teniendo una exitosa participación al ser aceptado excelentemente por el público chileno, ya que al terminar la actuación el público pidió de nueva cuenta su participación logrando un éxito total.

La internacionalización se ha realizado por diferentes ciudades de la Unión Americana como Los Ángeles, Miami, Chicago, Atlanta y países como Guatemala, El Salvador, Perú, Puerto Rico y Chile y además en España, con muy buenos resultados quedando pendientes invitaciones para realizar presentaciones en vivo y programas de televisión.

En una nueva faceta de Gilberto Gless surge la de compositor, logrando que Manuel Mijares le grabara un tema llamado “Amándonos”, abriendo así la puerta para que artistas como Carlos Cuevas, Julio Preciado y Raúl de la Academia grabaran también canciones de su autoría, dejando un precedente muy importante para que en un futuro se realicen grabaciones de algunos de los más de trescientos temas con los que cuenta Gilberto Gless para artistas hispanos en todos los géneros, románticos, infantiles, etc.

Para presentar un show tan completo como el de Gless, se requiere de una versatilidad poco común. Hacen falta dotes para el canto, la actuación, vis cómica y una gran facilidad para contar anécdotas graciosas. Además, el buen imitador es alguien que sabe observar al otro, que le analiza y le extrae comportamientos y actitudes, para luego plasmarlos de una manera exagerada que provoca risa.

En varios momentos, Gilberto Gless logra picos de éxtasis similares a los que consiguen los artistas a quienes imita, y por esa razón la gente sale de sus espectáculos con la sensación de que recibió más de lo que pagó.

El abanico de cantantes a quienes imita es muy amplio, al igual que la forma de presentarlos. Por ejemplo, con Espinoza Paz, Vicente Fernández, Luis Miguel o Diego Torres se caracteriza con pelucas y otros aditamentos que transforman su rostro; en otros casos los lentes oscuros sirven para hacer más creíble al personaje (Arjona, Emmanuel). A Joan Manuel Serrat y Alberto Cortés los personifica con mayor sobriedad, aunque con la misma eficacia.

Irreverente por naturaleza, Gless sabe reírse de todo y de todos, incluso de sí mismo; eso le da mayor octanaje a un potente y corrosivo sentido del humor que sirve para olvidar lo que sucede en la calle.

Por supuesto que la imitación de las voces consigue diferentes calificaciones entre los escuchas, y Gless lo sabe, pues en un momento dice: “De seguro estarán diciendo que ésta me sale más o menos, ésta otra bien, que ésta de acá… de la fregada”. Por las reacciones del público, puede decirse que El imitador de América siempre anda entre el nueve y el diez. Con los ojos abiertos puede verse la gracia que él despliega sobre el escenario, pero si se cierran uno casi escucha realmente a Luis Miguel, Vicente Fernández o Juan Gabriel.

Los Shows para eventos privados y la incursión en los palenques de las famosas ferias de México han hecho que Gilberto Gless se encuentre entre los artistas vigentes en el país.

El trabajo continúa y las imitaciones también ya que día a día crece el número de artistas hispanos de gran calidad que por conquistar al público también conquistan a Gilberto Gless motivándolo a la acción, logrando con este reto rebasar la cerca de 60 imitaciones en su carrera.

La elasticidad de su garganta, lograda sólo a través de años de arduo trabajo y estudio de tonalidades y movimientos gestuales y corporales de aquellos artistas que son recreados desde su muy particular estilo, además de lo cuidado del elenco que presenta lo colocan ya como “El imitador de América”

Ahora puedo decir: ya tengo un nuevo amigo.

¡Ah, y si alguno de los que me leen lo requiere para alguna presentación, no duden en contactarme!

 

https://youtu.be/yNs2OKMwpNo

 

Los espero la próxima entrega…