Carmela y Rafael
Buenos días. Con gran pesar recibí la infausta noticia de la muerte de una gran cantante con una voz espectacular llena de sentimiento. Carmela Rey. Ella falleció alrededor de las 9:00 horas el 13 de febrero de 2018.
María del Carmen Sánchez Levi nació en Jalapa, Veracruz, el 7 de diciembre de 1931; contaba con 86 años y dos meses. De su abuela materna doña Isabel Rey toma el apellido artístico que la acompañó toda su vida. Fue la última gran intérprete de Agustí Lara y desarrolló un peculiar estilo al cantar.
Incursiona en el cine y realiza 7 películas donde además de su voz llenaba la pantalla grande con su lozanía y belleza física. Estas fueron: “La mujer marcada” (1957) – “A sablazo limpio” (1958) - “Mi mujer necesita marido” (1959) - “Yo pecador” (1959) - “Viva la parranda” (1960) – “Las hijas del Amapolo” (1962) y “Escuela para solteras” (1965).
Carmela Rey fue invitada a participar junto con Rafael Vázquez, en una revista musical cuyo nombre fue El Amor a Través de la Historia, en donde al final interpretaron un tema juntos: Sublime Amor.
Es como se dice en el ambiente artístico “descubierta” por José Sabré Marroquín quien era compositor y director de orquesta muy famoso desde la época de los años treinta del siglo pasado.
Él es quien conduce a la bella María del Carmen para ser interprete y la última cantante del famoso Agustín Lara, rechazando antes algunos compositores importantes, Juntos realizaron varias giras en el interior del país, presentándose en centros nocturnos en donde fueron todo un suceso.
Fue tal su éxito que condujo sus propios programas de televisión entre ellos “El yate del Prado” patrocinado por la compañía cigarrera del mismo nombre, un programa cómico que estuvo en el aire entre de 1959 a 1963 y Barcarola Kaiser, en donde contaba con invitados famosos de la época en emisiones diarias.
Quien diría que una canción uniría para siempre a Carmela Rey cuando se encontraba en la cúspide de su carrera al igual que Rafael Velázquez, siendo la
historia un encuentro como en un cuento de hadas, que los conduciría toda la vida haciendo el dueto más famoso y reconocido del país.
Rafael se había formado a partir de un concurso de aficionados cuyo premio consistía en grabar un disco en Los Ángeles, California, a partir de ese momento su carrera creció hasta hacerlo un cantante muy reconocido por las interpretaciones: Claro de luna y Verano de amor. Durante el programa un espectador de forma espontánea grito: “que canten juntos”, el aplauso y la motivación los llevó a interpretar Amor sublime, y es aquí donde vino el flechazo que los uniría para siempre. Carmela se separó de su primer esposo de apellido Fernández de Castro uniéndose a su nuevo amor formando el dueto Carmela y Rafael que fue muy exitoso durante un poco más de 45 años de 1955 al año 2000.
Llamados en su momento “la pareja romántica de México” cuya esencia al amor y lo romántico aunado a lo armónico de sus voces hizo posible abrir las fronteras para ser reconocidos en muchos países del mundo presentándose con gran éxito en varias ciudades de España, Inglaterra, Francia, Italia, Alemania, Dinamarca, Los Estados Unidos, Austria, Holanda, y toda Latinoamérica.
Fue una pareja singular que unieron sus vidas, sus talentos, deleitando a los oyentes con sus 128 discos que se dice fácil pero que es todo un récord, interpretando más de 1,984 canciones.
El famoso “Flaco de oro”, la colmó de bellas canciones. Formaron una mancuerna que tocó las fibras sensibles de millones de personas en México y América Latina, pues la fama de Carmela trascendió nuestras fronteras.
En la década de los 70’s y 80’s, Carmela y Rafael fueron los propietarios de los centros nocturnos “Apache 14”, donde se presentaban los fines de semana, con llenos totales y convirtiéndose dicho lugar en el sitio donde hacían acto de presencia, la clase política mexicana y la alta sociedad.
Paradójicamente, fue a instancias del hijo de Carmela, Joaquín Fernández de Castro, que le dieron cobijo a uno de los comediantes más puntillosos de aquella época, Jesús Martínez “Palillo”, quien se caracterizaba por ser la voz del pueblo y hacer públicas sus quejas contra los políticos de dudosa honestidad. Obviamente que don Jesús siempre contó con el apoyo de los dueños del lugar para externar sus opiniones y presentar sus espectáculos, donde con su gracia, hacía trizas a los gobernantes del México de aquel entonces.
Fue en el año de 1976 cuando me es encargado en Canal 13 la producción de un programa musical con la presencia de esta inolvidable pareja.
De allí nació una amistad imperecedera que se acentuó con el pasar del tiempo.
Por cuestiones del propio programa, las juntas de preproducción las realizábamos en su Centro Nocturno “Apache 14” en las calles de avenida Revolución, lugar donde ahora se encuentra una sucursal bancaria.
Carmela con un halo de bondad, me tomó una estima que yo correspondí. En esa época yo padecía la resaca de un virulento divorcio y ella me proporcionó el cobijo de su alma.
Asistía constantemente a su casa de Jardines del Pedregal a que me “jalara las orejas” razón por la cual la empecé a llamar madrina.
Hoy mi madrina está descansando con el Gran Hacedor que seguro la hará cantar lo mejor de su repertorio.
En paz descanse, Carmela Rey.
Los espero la próxima entrega…
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