Legisladora del pueblo

Legisladora del pueblo

Ana Lilia Rivera lo logró. Ya es senadora de nuevo. Pero no una senadora cualquiera: es una senadora fifi.


Ya no es la legisladora del pueblo que era antes, pues aunque se viste de los colores de Morena, gasta como Prianista.


En los hechos, no ha tenido ni un logro tangible para Tlaxcala. Tristemente se hizo más visible porque siendo la primera Tlaxcalteca en ocupar la Presidencia del Senado, mostró que es la menos tolerante y comprometida con las causas de las mujeres, cuando expresó: ¡ay no manches! ¡Pinche loca!, en alusión a su homóloga panista Kenia López, por lo cual tuvo que ofrecer disculpas.


Ahora que ganó la reelección, quiere vender su papel como senadora como algo inédito, pero lo cierto es que hay tlaxcaltecas que han hecho un mejor papel que el que ella cree que ha desempeñado.


Al menos en el terreno de la lealtad, falló rotundamente al oponerse al T-MEC impulsado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.


Ahora que gana más de 1.4 millones de pesos anuales sus aspiraciones están por las nubes, aunque sus méritos no son tantos como supone. A menos que sus viajes al extranjero, pagados con dinero del pueblo, cuenten como parte de ese “aporte” a Tlaxcala.