“Una papeleta de voto es más fuerte

que una bala de fusil”

Abraham Lincoln

Estimado lector,  como usted estará informado, estamos a unos días de que se realice la magna concentración este próximo domingo 26 de febrero, en vivo y a pie por parte de colectivos, y de la ciudadanía en general, (ojalá no haya protagonismos de colores, ni de personas) a lo largo y ancho de nuestro país, que saldremos en defensa no sólo de una institución, sino en defensa de la soberanía y el respeto de nuestras decisiones como ciudadanos pensantes, responsables, plurales, y cohesionados para el logro de propósitos y objetivos comunes que a través del tiempo hemos forjado,  y seguiremos forjando con una de las columnas que sostienen, y promueven la equidad, la verdad y el equilibrio, llamada democracia.

Las reformas electorales que se impulsan desde el gobierno federal con el documento denominado “Plan B”, no es que simplonamente le demos un adjetivo de mal o bien, sino que, es destructivo por principio, ya que técnicamente debería estar apegado a nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos ( donde se declaran nuestros derechos, y también nuestras obligaciones, es decir, nuestra biblia ciudadana), luego entonces, las reformas siguientes deben estar pensadas en nosotros los ciudadanos, que en su momento votamos por este gobierno para bien “servir” y no servirse de excesos y con excesos.

Me permito citar algunas de las leyes secundarias  que son  intervenidas, como la de: Instituciones y Procedimientos Electorales, Partidos Políticos, Sistema de medios de Impugnación en Materia Electoral, Comunicación Social, Responsabilidades Administrativas, además de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, por supuesto, no nos debe extrañar que haya reformas, lo que extraña porqué tanta prisa para su aprobación, habiendo temas de más trascendencia y prioridad como lo es, mejorar la economía, rechazar la educación formal ideologizada que causará un daño irreparable a los niños y jóvenes del presente y del futuro,  (cada día con menos habilidades en español y matemáticas, que hoy, quien no lo acepte, está siendo un reflejo del comportamiento decadente de nuestra actual sociedad), desempleo, que también de esas leyes hoy reformadas será una consecuencia (con efectos inmediatos), sí, adelante en contra de los excesos, pero que sea parejo respecto de los funcionarios de primer nivel, porque aquí, quien va a pagar el costo de dichas reformas, es la mayoría de personal operativo que se quedará sin trabajo, y la ciudadanía que está a favor del progreso, y de cero corrupción,  queda entonces, a los expertos de la Suprema Corte resolver sobre el dilema electoral de sí hay inconstitucionalidad, deberá hacerlo con detenimiento (porque tanto la camara de senadores como la de diputados, hace unas horas han aprobado por mayoría muchos puntos de reforma), sin embargo, ciudadanos estemos atentos, demos muestra de responsabilidad ciudadana, y detengamos con hechos el retroceso social y democrático.

Finalmente, estamos a tiempo de poner nuestro grano de arena, participemos activamente para detener la descomposición social, e institucional, de un Estado de gobierno que se precie democrático, si algo constructivo tenemos que retomar hoy, es la herencia democrática ancestral de los Cuatro Señoríos Tlaxcaltecas, que dieron muestra de inteligencia y organización, no al despotismo y la centralización de los poderes en una sola persona que alimenta la autocracia (que paradojicamente fue votada mediante una papeleta, asegurando el voto libre, intransferible y secreto). Recordemos, que el fin no siempre justifica los medios. Así las cosas respetado lector, cuál sería su perspectiva.