El debate y la declinación…

El debate y la declinación…

Llegó el segundo debate entre las seis candidatas y el candidato a la gubernatura del Estado, a veintiún días de que el electorado decida quien será la Gobernadora de esta entidad, y digo gobernadora porque los últimos estudios demoscópicos así lo indican, salvo que ocurra algo extraordinario y cambie este escenario.

En este foro abierto que sirve para que los aspirantes den a conocer sus propuestas sobre dos temas relevantes: educación y medio ambiente, llamó mucho la atención la declinación de la todavía candidata Liliana Becerril del Partido Encuentro Solidario (PES) a favor de la abanderada de la coalición “Unidos por Tlaxcala”, encabezado por Anabel Avalos Zempoalteca.

Las declinaciones son normales a estas alturas de la campaña, pero lo hecho por la ex abanderada del PES, si cobra relevancia. Y explico: este partido que lidera a nivel nacional Hugo Eric Flores Cervantes, de influencia conservadora, antiabortista, anti-diversidad sexual, y cien por ciento cimentado en la religión cristiana. Perdió su registro en la elección de 2018, que fue en coalición con el abanderado de “Juntos Haremos Historia” que encabezó el hoy presidente AMLO.

En 2020 fue uno de los partidos que volvió a recobrar su registro, y apareció nuevamente en el escenario nacional junto con los partidos Redes Sociales Progresistas (RSP) bajo la sombra de Elba Esther Gordillo y Fuerza por México (FxM), del cuestionado Pedro Haces Barba.

PES, RSP y FxM, son de los denominados partidos satélites, que aparecen y desaparecen cada seis o tres años en época electoral, y sirven para que el gobierno en turno los utilice para mover sus fichas a su favor en una elección. Para eso son creados y funcionan en nuestra democracia donde todo se vale. Como dato adicional, estos partidos son afines a la 4t.

Muchos dirán que la declinación no tiene sentido, ya que la abanderada de ese partido apenas si llega a alcanzar el 1% de las preferencias electorales o incluso en otros estudios no figura. Sin embargo, el hecho de que haya declinado por Anabel Avalos Zempoalteca, y no por la abanderada de la coalición “Juntos Haremos Historia en Tlaxcala”, si representa un duro golpe a esta causa. La lógica indicaba que la declinación tendría que darse a favor de la abanderada de Morena. Pero no fue así. La declinación fue un duro palo mediático, que en una campaña tienen su peso trascendental que puede inclinar la balanza.

En esta semana que termina, un grupo del partido local Encuentro Social, afín al PES, hizo lo mismo. Varios candidatos independientes que hoy traen el sello distintivo del “Changuito”, se sumaron a Anabel Avalos.

Y de ser cierto, la renuncia de la Delegada Nacional de Morena en el Estado, Martha Guerrero Sánchez, como aparece en una carta en las redes sociales, y donde manifiesta que su trabajo al interior de esa causa ha sido ignorado y anulado, describen el desastre que priva al interior de ese conclave, donde se delinean las estrategias de campaña de su abanderada.

En una elección que luce cerrada, la sumas por mínimo que sean es lo que cuenta, quien diga lo contrario, está perdido. Lo que se nota, es una falta de tacto y de estrategia conciliatoria al interior del grupo de la abanderada de la 4t, y a estas alturas puede ser lapidario. La soberbia y la arrogancia son malas consejeras, recordar que al inicio de la campaña le llevaba una ventaja de casi 25% en todas las encuestas. A estas alturas se ve una final de fotografía, y como lo digo Avalos Zempoalteca en una entrevista; “caballo que alcanza gana”.

Ahora mismo las candidatas y el candidato, se dirán ganadores del debate como suele suceder en este tipo de ejercicios. Diré que gana quien suma, “aiga sido como aiga sido”.