CNDH de oropel…

CNDH de oropel…


Desde su arribo a la CNDH, ha estado señalada por la polémica. Sin cumplir con los requisitos de elegibilidad, violaciones al procedimiento legislativo, inconstitucionalidades, incluso con barruntos de rellenar la urna para conseguir los votos necesarios para su elección, marcaron su arribo a una de las instituciones que requiere un requisito fundamental: Calidad Moral.

Estamos ante una Comisión extraviada, de por sí, algunos de sus antecesores ya habían convertido a esta institución en un área para el lucimiento personal, la egolatría y disfrutar de los jugosos recursos públicos para llevar una vida cómoda; viajes a congresos, giras de trabajo al interior y exterior del país, que en los hechos solo es puro turismo a costa del erario público. Sin que esto abone a una verdadera promoción y defensa de los derechos humanos.

El arribo de Rosario Piedra Ibarra, parece no cambiar el destino de una defensoría que ha sido más conocida por sus escándalos que por sus resultados. Las víctimas, defensoras de derechos humanos y grupos feministas han perdido la confianza en esa institución. Que ha guardado silencio, ha sido omisa y timorata frente al poder público. De ahí la escasa emisión de recomendaciones. Su cercanía con el Presidente AMLO, parece tenerla amarrada en sus decisiones como defensora de los derechos humanos de los mexicanos.

Hemos sido testigos, como ha impuesto en puestos claves a personal que no cuenta con el perfil, ni la experiencia para estar al frente de la defensa de los derechos fundamentales. Desde un capacitador en materia electoral como responsable del área de cuidar las violaciones graves como son la tortura, la desaparición forzada, los abusos de poder, las detenciones arbitrarias, la negligencia, las masacres, o la represión.

Hasta vendedores de bienes raíces convertidos, por mandato de la Ombusperson en defensores de los derechos humanos. Así, hasta proteger a una funcionaria como lo es San Juana Martínez, directora del canal oficial del estado mexicano, NOTIMEX.

Como si no existiera en este país miles de víctimas que necesitan que el aparato defensor como lo es la CNDH, se ponga en acción para defenderlos de los abusos del poder público.

 

¡No! Nuestra flamante defensora, está más metida en la polémica por defender a una funcionaria pública que ha sido acusada de pisotear los derechos humanos laborales de los trabajadores de esa institución pública. Ahora resulta que el violador de derechos humanos es defendido para que siga abusando del poder que tiene.

Lo que ha provocado que el representante de la organización Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, expresará: “… En el país más peligroso para el periodismo, la CNDH exige protección para la directora de la agencia oficial de noticia que usa trolls para hostigar a periodistas independientes”; “La CNDH se solidariza con los abusadores, no con las víctimas. Difícil imaginar algo más ridículo”.

Ahora se entenderá porque su más reciente recomendación emitida contra la Secretaria del Trabajo y Previsión Social, no fue aceptada, pues estamos ante la pérdida de confianza y credibilidad de una institución que requiere compromiso con la sociedad no con el poder público.