En el pecado llevamos la penitencia. Este adagio bíblico, nos permite describir la realidad que actualmente esta viviendo la sociedad mexicana.

Después del resultado electoral, y la abrumadora victoria de Morena, la oposición sigue lamiéndose sus heridas, como tierno asnito perdido en el cenit de los recuerdos, de lo que ayer fue, y que quizá ya no volverá a hacer.

Apenas el 15 de agosto la Autoridad Electoral otorgó la constancia de Presidenta Electa a Claudia Sheinbaum, desechando los recursos que la oposición en un último aliento interpuso, para ver si rescataba algo. ¡Va! Puro sandez y circo, las quejas, eran las mismas de siempre; una intervención de estado, el reparto de recursos públicos, un largo etcétera.

Las mismas marrullerías que en el pasado emplearon, PRI, PAN o PRD, para ganar elecciones, solo que ahora son aplicadas más y mejor sofisticadas, los sorprende. Vamos solo están cosechando lo que sembraron ayer. Ahora resulta que son impolutos y adalides de la democracia.

Me cuestionaban que pensaba, de lo que esta sucediendo, y me respuesta, es esa; por desgracia estamos cosechando lo que la vieja clase política sembró. Corrupción, dispendio, amiguismo, compadrazgo, desfachatez, cinismo, hipocresía, y así podemos seguir enlistando un largo catalogo de conductas reprobables y ha final no pasa nada.

Clases políticas irán y vendrán otras a gobernar este gran país. Su discurso será el mismo, el cambio verdadero llego, “no puede haber gobierno rico con pueblo pobre”, la transparencia y el combate serán sus armas, el fin a la componenda y al amiguismo, pero a final sus actos serán replicados por el mismo cáncer social que este país padece. Por eso dicen quieres, conocer a una persona, dale poder. Y conocerás su verdadera naturaleza humana.

Ahora vemos como una burocracia dorada en el Poder Judicial Federal que en otros tiempos era inimaginable que hiciera uso de las calles para manifestarse, de alzar la voz en busca de salvaguardar en algunos casos sus derechos en otros sus privilegios, realizar lo que muchos justiciables ayer hicieron para pronunciarse.

Alguien recuerda el caso guardería ABC, donde hasta la fecha no hay un solo sentenciado. El caso de feminicidios que siguen en la impunidad. El nepotismo que priva en esa instancia y que según el Padrón Electrónico de Relaciones Familiares base del Plan Integral de Combate al Nepotismo en el Consejo de la Judicatura Federal detecto en 2022 que existían cerca de 6 mil 755 “redes familiares”, es decir cónyuges, concubinas o concubinario, conviviente, hijos e hijas, están ahí no por méritos, sino por el simple hecho de tener afinidad consanguínea o una amistad muy “cercanita”.

Que la reforma planteada por el Ejecutivo Federal, es necesaria, sí. Porque hace falta una sacudida a ese poder que lucia en su zona de confort, que esta mal que los togados sean electos por voto, eso sí está mal.  No le auguro nada bueno.

En el caso de la sobrerrepresentación, pasa lo mismo. Un tema que esta en la constitución y que en el pasado fue usado de forma complaciente por la oposición, pero que ahora no los beneficia, están ahí rasgándose las vestiduras.

Ni modo, ahora hay que paliar la cruda moral, que la elección les dejo a muchos. La soberbia debacle electoral, dejo a muchos sin aliento y sin brújula. La resaca, sigue y veremos cuando se echan las tres para la curada.