El fiasco…

El fiasco…


Mientras los problemas torales del país se siguen agravando, el gobierno federal parece no importarle, aunque en su discurso este siempre inmerso el tema de abatir la desigualdad y la pobreza, en los hechos no parece ser así.

El tema de la inseguridad, la violencia y la delincuencia organizada que a diario cobran vidas humanas, es una de las principales preocupaciones que aquejan a la sociedad mexicana. El elevado nivel de pobreza en la que viven las familias, pues más de la mitad de la población vive en condiciones precarias, que a veces no les alcanza ni para comer.

La brecha de desigualdad entre hombres y mujeres, entre habitantes de poblaciones urbanas y rurales, entre las mismas zonas geográficas del país hacen más lapidario el crecimiento y desarrollo sostenible que el país requiere.

Otro gran lastre es la corrupción, donde México ocupa los primeros lugares al interior de la OCDE, lo que trae una fuerte desconfianza hacia las instituciones, pues este lastre se anida en cualquier nivel de gobierno y en diferentes estratos sociales, pues es común denominador del mexicano decir que; “el que no tranza no avanza”. El acceso a la justicia es otro de los temas pendientes, de 100 delitos denunciados solo uno será investigado y sentenciado, lo que hace al país como el segundo peor en Latinoamérica en este rubro.

Temas como el desempleo que fue agravado por la pandemia, lo que trae apuros para el acceso a los alimentos de manera sana y equilibrada, la falta de escases de agua en varias regiones del país, una mala educación que se ha ido empeorando con las clases virtuales a las que obligo el Covid 19, la discriminación, la violencia contra la mujer, la feminicidios y un sistema de salud precario que tiene al borde de la muerte a miles de niños que sufren de cáncer o paisanos que están sufriendo una enfermedad crónico degenerativa y que están en espera de que sus medicamentos puedan ser abastecidos por el sector de salud público, parece más un pedimento milagroso que un derecho humano a la salud.

Pese a esta problemática el día de ayer, según el conteo rápido dado a conocer por el INE, cerca del 7.8 de los ciudadanos con derecho a ejercer su voto, acudieron a las urnas a sufragar, en una consulta popular que resulto todo un fiasco. Imagínense que de ahora en adelante se tenga que preguntar si se aplica la ley o no. Es en verdad “cantinflesco”.

Pese a los grandes problemas que aquejan a la sociedad mexicana, y el discurso de la austeridad republicana, para este ejercicio se tuvo que derrochar al cesto de la basura algo así como 520 millones de pesos, que bien pudo servir para paliar alguno de los grandes problemas que atraviesa el país.  ¿Qué cosas, no?, diría el comediante Quico…