Érase una vez

Érase una vez

Parecería profético aquel texto escrito por Umberto Eco en el año 2000 ‘Saludar con la manita’ en el que decía que, en un futuro no tan lejano, los hombres en un afán de reconocimiento buscarían por todas las formas ser famosos.

Ya desde entonces y décadas atrás muchos personajes de la vida pública han hecho de todo por salir a cuadro.

Aterrizado en nuestra esfera citaré tres ejemplos, los cuales aun cuando parecen temas agotados seguirán dando de qué hablar en los próximos meses, incluso años con un poco de infortunio.

Muestra de aquello, a Juan Carlos Sánchez García (Saga) poco le duró la paciencia en el trato con los medios a quienes llamó ‘aplaudidores de lo mal hecho’, y quizá, eso explica que aún tenga foros donde expresar sus aspiraciones al gobierno de Tlaxcala.

Y qué me dice del multipremiado en el escarnio, el legislador Miguel Ángel Covarrubias, a quien en una última ocasión le llovió en redes por hacer gala de su vida fitness.

Lo que no entienden sus detractores y mucho menos la prensa es que el diputado nos lee con fondo de ¿Y qué? en la famosa voz del príncipe de la canción.

Aun en el escándalo existe una diferencia entre ‘la fama’ y que estés en boca de todos.

Avala la teoría Enrique Vázquez Fernández, Secretario Académico de la Universidad Autónoma de Tlaxcala y Alejandra Ramírez Ortiz.

Ambos exhibidos, ni siquiera por ser pareja, sino por la negativa de Vázquez Fernández a pagar una justa pensión alimenticia a sus hijos y ex pareja. ¡Qué feo!

Ante tales ejemplos Umberto Eco tendría razón, 20 años después de su ensayo los impresos pasarían de moda y la tecnología y la web sustituirían a la televisión como un medio para ganar fama y reconocimiento por esa mera necesidad humana de ser admirados por otros y entre mayor ‘admiración’ más afirmada la falsa idea de identidad.

Hasta la próxima...

@Naye_Romero89

nayelir31@gmail.com