Como defendernos del poder

Como defendernos del poder

La ciencia política a trazado una narrativa y un discurso que explica de manera técnica y pragmática el origen y los efectos del poder público. Todo inicia con el comportamiento del ser humano en grupo, en relación con otros grupos quienes buscan acumular fuerza para llegar al poder.

 

Esta sencilla aproximación al fenómeno del poder, nos ayuda entender desde la sociología política cual es en realidad, el origen y los efectos reales y subjetivos del poder público.

En nuestra opinión, debemos distinguir entre sujeto y objeto para seguir comprendiendo con mayor claridad que es el poder y cuáles son sus efectos hacia los ciudadanos, quienes al final de cuentas son la fuente única del poder, lamentablemente muchos ciudadanos no lo entienden así.

En el tema que nos ocupa, nada es objetivo y si todo es relativo y subjetivo, mientras que para el grupo en el poder se piensa que están gobernando a una sociedad, en realidad son gobernantes gobernados, es decir, no solo depende de ellos el éxito o el fracaso de su gestión; si esto no se aprecia así entonces se sufre de una parálisis paradigmática, de una ceguera política o simplemente como lo señaló Carlos Matus: “no se sabe que no se sabe”. Difícilmente o casi imposible quienes ejercen el poder pueden abstraerse de ser factores reales de poder, actores políticos o elementos sustanciales del juego social, en este sentido la relación sujeto y objeto contiene el mismo rol solo que en distinto momento. Es decir, lo normal sería que en alguna etapa histórica sean ciudadanos y en otro momento esos ciudadanos sean gobernantes o viceversa. El problema es que los que son gobernantes desean enfáticamente y desesperadamente seguir en el poder y para ello hacen hasta lo imposible para cambiar las reglas democráticas de acceso al mismo poder.

No obstante, esta breve explicación, los ciudadanos siguen pensando que unos cuantos tienen derecho a gobernar y el resto de la población a obedecer. Lo podemos explicar fácilmente cuando preguntamos quienes es la máxima autoridad en este país, quien gobierna una entidad federativa o bien quien es el jefe político de un municipio, la respuesta inmediata es relativa a una persona en particular. ¿Quién gobierna el país?, el presidente, señalado su nombre; ¿Quién gobierna la entidad federativa?, el gobernador o gobernadora y se dice el nombre de una persona; ¿Quién gobierna un municipio?, el presidente o presidenta municipal y se indica el nombre. Esto sucede así por ausencia de cultura política, jurídica, cívica y en términos generales educativa.

Norberto Bobbio en su libro: ¿Que es la democracia?, señala que: “mientras los ciudadanos están pensando en resolver sus problemas personales”, quienes ejercen el poder abusan en la toma de decisiones colectivas que afectan a todos los ciudadanos y para seguir en el poder, pero como no hay una alineación cognitiva de conciencia racional, entonces no hay resistencia hacia políticas publicas equivocadas, cambio de reglas o principios que benefician a un solo grupo en el poder o el extremo de la demagogia que continua permeando en las pobres conciencias convenciéndolos de que son la única esperanza y quienes gobiernan mejor, que postura más radical y subjetiva. Somos testigos que para miles de ciudadanos estas trampas son imperceptibles para muchos ingenuos.

Esta es la lógica sustancial del porque los que ejercen el poder abusan de él y desean perpetuarse, aun en contra de los principios universales de la democracia, elecciones libres y transparentes, sufragio libre y efectivo, votar y ser votado, acceso al poder de todos los ciudadanos, pluralidad de expresiones que enriquecen la democracia y derecho humano a buenos gobiernos.

Pero todo ello, aun no es suficiente para comprender que los ciudadanos seguimos siendo víctimas del estado, del gobierno y de los grupos en el poder que sin nacionalismo, sin patriotismo, sin defensa y protección a los ciudadanos, sin herramientas claras de gobierno, sin una planeación para el desarrollo y crecimiento del país continúan ejerciendo un gasto publico con ocurrencias personales y no resolviendo los grandes problemas de este país, comercio informal, baja recaudación de impuestos, ausencia de inversión, planes, proyectos y programas alineados y transversales en materia de desarrollo y crecimiento sin una visión federalista, estrategias para la solución de problemas comunes intermunicipales e interestatales, sobre todo de contaminación y deterioro de los ecosistemas.

¿Cómo defendernos del poder?, es muy posible generar una autentica defensa en contra del poder, si los ciudadanos adquirimos una alineación cognitiva, una conciencia y actuamos con la razón, establecer objetivos superiores que permitan obligar a los grupos en el poder a actuar con responsabilidad y de conformidad con lo que establece la ley. Los servidores públicos son en esencia personas que actúan en representación del pueblo o a través de un nombramiento o designación, mismos que juran respetar la Constitución y las leyes que de ella emanen, pero todo ello ha resultado una verdadera falacia. Defendernos del poder significa construir una nueva generación de hombres y mujeres con alineación cognitiva y con una formación nacionalista y con herramientas y técnicas de gobierno, que actúen con razón y con ética, en las nuevas generaciones está el futuro quizá la utopía de contar algún día con buenos gobiernos.