La crisis del sistema polìtico mexicano

La crisis del sistema polìtico mexicano

El proceso electoral de 2018 agudizo la crisis del Sistema Político Mexicano. Paso de un sistema institucional de partidos políticos a una forma centralizada del poder. Una especie de caudillismo de los años 20. Control absoluto y centralizado del poder y de los recursos públicos. Se esta con el caudillo o se sufre un embate judicial. Centralizar el presupuesto ha sido la primera gran estrategia. Se continuó con la salud, la educación y la seguridad ciudadana. En cuanto a proyectos, allí están, el aeropuerto, dos bocas, el tren maya, sembrando vida y jóvenes construyendo el futuro.

La estrategia no esta nada mal, genera una gran cantidad de votos. Lo mismo que hacia el gobierno priista y dejo de hacer, se olvido del enlace entre ciudadanos y gobierno a través de programas de atención a los campesinos, las mujeres, los obreros y la clase popular. En síntesis, se olvidaron de los objetivos y efectos de la revolución mexicana. Hoy en día, ningún ciudadano se acuerda de ello, menos los jóvenes.

El próximo proceso electoral ha iniciado y el presidente actual invita a los actores políticos manifestar sus aspiraciones. Todo mundo se queda callado. Estamos frente a un escenario en donde no hay equilibrios ni fuerzas políticas que generen inquietud al respecto. Los partidos políticos, excepto morena, no cuentan con la fuerza suficiente para competir contra morena. La verdadera oposición está dentro de morena. Morena no está institucionalizado, por otra parte, se han convertido en tribus y están lejos de democratizar las decisiones al interior del partido y en la designación de sus candidatos, estas dos actitudes, ponen en riesgo la próxima elección de presidente de la república, senadores y diputados federales, ya no se diga de autoridades locales.

El partido del presidente, sigue teniendo fuerza suficiente para ganar las próximas elecciones. El dinero que se llevaban muchos servidores públicos en gobiernos anteriores, hoy son repartidos entre adultos mayores, jóvenes, mujeres y programas para reforestar el país. Nada mal, tratar de recuperar el estado de bienestar que perdieron gobiernos de derecha. El problema de fondo consiste en el interés político, en mantener el poder, por encima del interés nacional.

La justicia social, el establecimiento de la democracia y el estado de derecho, deberían ser parte fundamental de los objetivos de un gobierno que dice llamarse de izquierda. Hoy el poder es de un solo hombre, de que sirve contar con sistema políticos si no existen actores de peso en el juego social.

Un país sin equilibrios políticos, sin fuerzas políticas reales, sin visiones distintas a través de proyectos políticos de país, que permitan proponer nuevas alternativas, distintas al gobierno, habla de la falta o ausencia de militancia, pero no solo de militancia partidista, sino de militancia ciudadana que exija al gobierno, a los gobiernos y a los partidos, reglas claras, procedimientos correctos, democracia dentro y fuera de los partidos, en el mismo gobierno.

Una sociedad sin participación activa, sin militancia, sin organización, sin creatividad, sin conocimiento de donde vienen o se generan los recursos públicos, esta destinada a equivocarse. La sociedad mexicana es pluricultural y pluriétnica, en ella conviven distintos sectores, clases y actores sociales, políticos y económicos diversos. Los mexicanos debemos saber el rumbo del país, necesitamos conocer que otros proyectos pueden ser alternativos, en la pluralidad y en la diversidad está la riqueza y el futro de nuestra nación.

Los partidos políticos dejaron de atender a los ciudadanos, nunca construyeron procedimientos democráticos al interior de los mismos, se olvidaron de actuar con valores y principios, las reglas no han sido claras, tanto para dirigir el partido, como para acceder a las candidaturas. Ha sido un problema las ideologías, jamás han pensado en unirse en beneficio del pueblo, lo hacen para obtener espacios políticos en las distintas áreas de la administración pública o en los órganos autónomos, no han entendido su naturaleza, ser instituciones de interés público y una de las vías de acceso al poder. En dos años veremos cómo se reinventan, que tan creativos e innovadores resultan para ser competitivos en las próximas elecciones.