Los nuevos gobiernos

Los nuevos gobiernos

A partir del primero de septiembre del 2024, habrá nuevos gobiernos en México. Nos referimos a nuevos gobiernos, porque el diseño constitucional Federalista, dispone de tres niveles de gobierno: Federal, Estatal y Municipal. En el tema Federal habrá renovación completa del Poder Legislativo y del Poder Ejecutivo; en el plano Estatal se renovarán ocho Gubernaturas, la Jefatura de Gobierno de la CDMX y 31 congresos Locales; a nivel municipal tomarán protesta de ley Ayuntamientos de 29 entidades Federativas y 16 alcaldías de la CDMX.

 

Como pudimos observar y escuchar, las campañas políticas de la mayoría de los candidatos tuvieron que ver más con el manejo de medios de información, redes sociales, encuestas, pasiones y con dinero público.  En el análisis político se pudo examinar que la prensa escrita, los medios electrónicos y las redes sociales se enfocaron exclusivamente al contenido de los discursos y las declaraciones, como dichos y no así, como hechos o actos, en donde se privilegiaran la idea de gobierno, el programa de gobierno o el proyecto de gobierno que pretendieran atacar las causas de los graves problemas que existen en el país, en alguna entidad federativa o bien, en algún municipio.

 

Existe una alta claridad en el papel protagónico de la prensa en general, en la cual, los periodistas dieron cuenta en mayor medida de las declaraciones de los candidatos en su momento y muy poco material de los proyectos de  gobierno que muchos quisiéramos leer, escuchar o confrontar. En este sentido, al analizar el contexto de las pasadas elecciones, nos encontramos con una triada de problemas fundamentales entre quienes aspiran a gobernar, los medios de comunicación y los ciudadanos que supuestamente votaron mayoritariamente por un proyecto político y no de gobierno, para la continuidad.

 

Pero sin duda, el mayor de los problemas de la triada se refiere a la gran disfunción del gobierno en sus tres niveles. Así por ejemplo, en los últimos seis años se agudizo la fragmentación institucional, debido a la concentración del poder, del dinero público, la ausencia de coordinación entre los distintos niveles de gobierno y sus instituciones, lo cual genera ineficiencia e ineficacia.

 

En este mismo sentido, observamos  una gran duplicidad de funciones, lo cual, implica una enorme dificultad  para el diseño eficaz de políticas públicas.

 

Otro problema institucional se refiere, al bajo nivel profesional de los servidore públicos, no solamente en los tres niveles de gobierno, si no en los tres poderes fundamentales de la unión; se desestimó significativamente la experiencia, los conocimientos y la formación constante de los servidores públicos, lo cual, da como resultado una administración pública limitada en su capacidad de gobierno. En consecuencia, no se abordan ni se procesan para su solución los grandes problemas nacionales, de las entidades federativas y de los municipios, a lo anterior, debemos agregar que los servidores públicos en los tres niveles de gobierno carecen dramáticamente de una alta formación ética y moral, de capacidad política, de capacidad de gobierno y con ello no se avizora nuevas generaciones con formación solida en temas de gobierno.

 

Con el contexto que se presenta, los nuevos gobiernos tienen una gran oportunidad para iniciar con nuevos proyectos que garantice a los mexicanos el Derecho Humano a tener Buenos Gobiernos.

 

En la idea municipal, la coordinación entre el presidente municipal y los regidores, es fundamental, para iniciar crecimiento, desarrollo y gobernabilidad con planeación intermunicipal. Desde las Entidades Federativas la planeación interestatal y el establecimiento de modelos de participación ciudadana, pueden ayudar a impulsar mejores niveles de crecimiento y desarrollo. A nivel Federal, fortalecer la democracia, garantizar los derechos y las libertades de todos los mexicanos es indispensable para una convivencia sana, en la que se comprenda la pluralidad y las distintas clases sociales que interactúan en el territorio nacional.

 

Los nuevos gobiernos tienen, entonces, retos institucionales, normativos, pero sobre todo culturales que cierren la brecha entre los mexicanos y se establezca la tolerancia como forma de respeto entre todos.