Sala de crisis

Sala de crisis

En múltiples países del mundo en los que se construye la democracia día a día, sus gobiernos cuentan con un equipo tecnopolítico y una sala de crisis, sala situacional o bunker o cuarto de guerra, que tiene como finalidad procesar información para el manejo de crisis y la solución de problemas que se generan día a día con la dinámica social.

Este tipo de salas situaciones o de crisis, son espacios físicos, materiales y virtuales que permiten llevar a cabo el análisis de la información, su procesamiento y priorización de los múltiples problemas y crisis que afectan a la sociedad y al mismo gobierno. El procesamiento de la información tiene como propósito tomar las mejores decisiones gubernamentales, de grupos de poder y en beneficio de la misma sociedad.

El grupo en cuestión, está integrado por distintos perfiles académicos de alta enseñanza, así como, por personajes de probada experiencia en ámbitos fundamentales como la ciencia política, la sociología, el derecho, la economía, la estadística, la actuaria, la ingeniera en sistemas, la utilización de la inteligencia artificial entre otras disciplinas relacionadas con el ejercicio de gobierno; es decir, se trata de verdaderos equipos de trabajo alineados cognitivamente, que hablan el mismo lenguaje, conocen la hoja de ruta y saben con precisión cuales son los intereses superiores del país que gobiernan.

La idea fundamental, consiste en conocer técnica y científicamente cuales son los grandes problemas nacionales de sus países, realizar con método y técnica la correspondiente investigación, para tener claridad en el diagnostico situacional de cada uno de esos problemas nacionales, regionales o locales. Es importante, para el proceso correspondiente determinar su priorización, para luego, definir a detalle cuales son las causas y los orígenes del problema que se pone sobre la mesa de situaciones, entendido ello, los integrantes de la sala de crisis analizan y establecen con datos duros y precisos cuales son los efectos negativos que la población padece y que el gobierno y básicamente el grupo en el poder están obligados a atender, para palear, controlar o resolver la problemática que se analiza en la sala de crisis.

 

Un siguiente momento consiste en definir objetivamente quienes son los actores o factores reales de poder de los que depende la solución de la problemática que se ha planteado en la mesa de situaciones. Se trata prácticamente de señalar claramente cuanta influencia tiene cada actor o factor real de poder en la problemática que el gobierno está obligado a solucionar; para ello, el equipo tecno político multidisciplinario procesa la información de forma metodológica y técnica, para que así el gobernante, con una visión global, construya objetivamente una teoría del caso, una narrativa y un discurso que describa la realidad del problema, de conformidad con el entorno, en función a la población, de forma incluyente y directa mostrando así el oficio y la capacidad de quienes están al frente del gobierno.

 

Los elementos anteriores, son acompañados de una serie de estrategias y acciones que se proponen al interior de la sala de crisis, para que el titular del poder ejecutivo tome las decisiones acordes a los intereses del estado o de la nación, siempre con una visión global de interacción con el mundo. El ejercicio consiste en que una vez definidas las causas y los orígenes del problema que se procesa en la sala de crisis o sala situacional, consiste en diseñar y establecer las estrategias y acciones que deben realizar cada uno de los actores o factores reales de poder que influyen en el origen, desarrollo, solución o agudización del problema en operación sobre la mesa de la sala situacional.

 

Lo anterior resulta deseable para cualquier ciudadano contemporáneo que aspira a experimentar buenos gobiernos como un derecho humano fundamental para cualquier sociedad, comunidad o nación. Lamentablemente, en muchos países latinoamericanos prevalecen paradigmas viejos en el que el gobernante no escucha, no ve, no sabe que no sabe, no acepta rodearse de un equipo tecno político, rehúye a las ciencias y técnicas de gobierno y no logra comprender los efectos de la globalización, el entorno, la competencia, la pluralidad, la incertidumbre como condiciones naturales y reales que vive cualquier sociedad que aspira a mejores niveles de democracia, de desarrollo y de crecimiento tanto espiritual como material del ser humano.