Caballo de Troya

Caballo de Troya

Se han escrito cientos de líneas sobre este tema, que han servido para escenificar una estrategia, que hasta la fecha, es histórica y paradigmática. La táctica y la estrategia utilizadas en esta acción, sin duda fueron un éxito para quien la pensó y diseño con un solo propósito, vencer desde adentro.

 

Hubo una vez un partido hegemónico que se auto destruyo, por dos razones fundamentales, el abuso del poder y el abuso del dinero. Tuvo que surgir una serie de corrientes internas que socavaron la hegemonía y detonaron el inicio de su auto destrucción. Históricamente se ha demostrado que las instituciones políticas y los gobiernos no se les gana en las elecciones, no se les gana enfrentándolos directamente, no se les gana a través de discursos o narrativas, no se les gana exhibiendo sus errores, no se les gana en acciones jurisdicciones o en los tribunales; es, por tanto, necesariamente ser infiltrados, para implantar un virus de autodestrucción.

 

En el caso del Sistema Político Mexicano, colapsado por cierto, no fue necesariamente una incursión al sistema, si no mas bien producto de una serie de acciones conjuntas de los partidos políticos aprovechadas por un actor que logro establecer una narrativa de hartazgo, acuñada esta frase por Carlos Monsiváis.

 

La ausencia de una autentica representación de senadores, diputados, presidentes municipales y en general de la mayoría de los que ostentan un cargo de elección popular, propiciaron una crisis política sin precedente en la historia del México Independiente y Contemporáneo. La violación a los estatutos de cada uno de los partidos políticos, en el caso de la selección de candidatos, siempre fue cuestionada por su falta de legalidad y por la imposición de los mismos. La ausencia del abanderamiento de los grandes problemas nacionales sumó a la crisis política. La falta de formación de nuevos liderazgos y servidores públicos con una alta formación ética y moral, abonó al conflicto.

 

Los estatutos, declaración de principios y programas de acción han sido letra muerta. El equilibrio de poderes, la rendición de cuentas, la calidad del servicio publico y la carencia de los servicios básicos indispensables a los ciudadanos que atendieran los problemas de contaminación, cuidado del agua, preservación del medio ambiente, alumbrado público, drenaje eficiente, tratamiento de aguas residuales, inseguridad, inversión y generación de empleos, calidad educativa, creatividad e innovación entre otros, agudizaron los grandes problemas nacionales y rebasaron las mínimas acciones de los partidos y de los gobiernos contemporáneos.

 

La visión dialéctica nos indica que la historia se repite. La parálisis paradigmática del sistema político y de partidos, esta siendo aprovechada por una corriente interna del Sistema, que sin ser partido político formal y legalmente constituido, es decir, con estructuras fundamentales, se convirtió en el caballo de troya que destruyo desde dentro al sistema político mexicano y a cada uno de los partidos políticos; pero hoy, el efecto búmeran, va de regreso. Actualmente liderazgos, servidores públicos de gobiernos anteriores, ex secretarios de estados, ex gobernadores, ex senadores, ex diputados y ex servidores públicos de niveles inferiores se están convirtiendo en las piezas que cada vez mas le dan forma al nuevo caballo de troya que se encargará de destruir desde adentro, a esa corriente política supuestamente del pueblo, no importó entonces el interés nacional para el crecimiento y el desarrollo del país; importó solo el poder y el dinero, no el tejido social, no una nueva generación de políticos y servidores públicos con una alta formación ética y moral, con capacidad política, capacidad de gobierno o el surgimiento de una nueva generación.

 

En el pecado lleva la penitencia; como dijera un viejo amigo, al tiempo; el caballo de troya es una realidad, que vea el que sabe ver, que escuche el que sabe escuchar y que oiga el que sabe oír, estas facultades no son para todos, porque muchos son los llamados y poco son los escogidos. La suerte del país es demasiado clara, pronto, muy pronto empezaremos a ver la caída a pedazos de lo que hoy parece tener, poseer y controlar todo el poder y todo el dinero. Para que la cuña apriete debe ser del mismo palo. El fin del cacicazgo, del autoritarismo y del despotismo esta en su punto máximo de esplendor, a partir de octubre de este mismo año, inicia el descenso para luego tomar vuelo el nuevo régimen que deberá ser planeado para los próximos doce años. Que tipo de estado,  forma de gobierno, instituciones, principios y reglas se establecerán para el nuevo juego social en México.