Postales del primer debate presidencial de 2024

Postales del primer debate presidencial de 2024
Se podrá criticar o decir lo que se quiera del primer debate entre los candidatos presidenciales: Que aburrió, lo acartonado del formato, el protagonismo de los moderadores Denisee Maerker y Manuel López San Martín, quienes –por cierto – nunca lograron poner orden en el reloj del INE.

También hay elementos para cuestionar la sonrisa insulsa de Jorge Álvarez Maynez, representante de Movimiento Ciudadano; el severo rictus facial de Xóchitl Gálvez, candidata de Fuerza y Corazón por México o que la aspirante de la 4T, Claudia Sheinbaum, llegó un momento en que se fue por la libre, no respondió a la pregunta que le hicieron y mejor se dedicó a destacar los programas sociales del actual gobierno federal.

Pero lo que nadie puede negar es que Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez se reconocieron como son: La primera defendió al presidente Andrés Manuel López Obrador y la 4T, destacó su gestión al frente de la Ciudad de México y denunció a su adversaria por “mentirosa” por no donar su departamento al Colegio Salesiano, como lo había prometido.

La segunda reiteró que, de ganar, retomaría el Seguro Popular y, como hizo Felipe Calderón Hinojosa en el debate presidencial del 2006, cuando se definió “voy a ser el presidente del empleo”, Xóchitl Gálvez también prometió mejores trabajos, más salario, pugnó por pagar con dinero público las medicinas que se compren en el sector privado, criticó los presuntos casos de corrupción de los hijos de AMLO y se definió como multiempresaria.

 CLAUDIA, LA DE AMLO

Si alguien esperaba que Claudia Sheinbaum se apartara de AMLO o intentara consolidar su propia imagen en el primer debate presidencial de este año, seguramente se decepcionó. Porque la candidata de Morena defendió los llamados “humanismo mexicano” y la “nueva escuela mexicana”, aseguró que el actual “es el primer presidente honesto” que volteó a ver a las clases sociales vulnerables y aseveró que los mexicanos “queremos que siga la transformación”.

También mostró encuestas de la gente está más satisfecha con el IMSS Bienestar que con el Seguro Popular, acusó a Xóchitl Gálvez de “mentirosa” y representar al PRIAN y lucrar con el dolor de las personas, cuando su adversaria le recordó la caída de la línea 12 del metro y la tragedia del Colegio Rebsamen.

Reiteró su proyecto de crear un organismo nacional anticorrupción, señaló que en su gestión al frente de la capital del país redujo los feminicidios y que recibió 10 premios por transparencia. Finalmente, defendió su gestión al frente de la Ciudad de México, atacó al “cártel inmobiliario” panista y le reprochó a la senadora del PAN su propuesta de volver al pasado al querer pagar con dinero público las medicinas y tratamientos de salud comprados en empresas privadas.

XÓCHITL, LA EMPRESARIA DEL SEGURO POPULAR Y LAS BECAS DE GOBIERNO PARA NIÑOS DE ESCUELAS PARTICULARES      

Como se esperaba, Xóchitl Gálvez recordó los múltiples casos de niños y mujeres sin medicinas, el colapso del sistema de salud a nivel nacional, las obras faraónicas amlistas y las denuncias de corrupción contra personas incómodos de la 4T, como Rocío Nahle, Manuel Bartlett Díaz y los hijos del presidente. También le espetó a su rival: “Eres una mujer fría y sin corazón, no eres AMLO, ni siquiera tienes su carisma” y que, presuntamente, su familia tiene 3 empresas en paraísos fiscales y, como jefa de gobierno de la CdMéx, repartió medicamento contra los piojos durante la pandemia Covid.

Pero también se autodefinió como empresaria, admitió ser propietaria de varios negocios, no aclaró ni negó las acusaciones sobre que, supuestamente, se ha beneficiado de manera irregular de contratos con gobiernos panistas. Incluso, cuando prometió tabletas digitales a los niños mexicanos, su oferta permitió recordar al candidato presidencial del PRI en el 2000, Francisco Labastida, cuando en el debate entre aspirantes dijo que enseñaría “computación e inglés” a cada menor.      

En el caso de Jorge Álvarez Maynez, su mensaje central fue la condena a la “vieja política” y recordar que no tiene compromisos con “grupos de interés” y que, por lo tanto, de ganar, llegaría “limpio” a la presidencia de México. La permanente sonrisa en su rostro ratificó que, efectivamente, como lo admitió durante el encuentro, estaba agradecido de que se le haya permitido contender en la disputa por el gobierno federal.