Mensajes que hacen falta. A propósito de 'Priscilla'

Mensajes que hacen falta. A propósito de 'Priscilla'

Por: Alba Tzuyuki Flores Romero

 

Imagina la fortuna de ser una chica de 14 años y conocer al Rey del Rock, Elvis Presley, cuando estás en otro país y echas de menos tu lugar de origen. Imagina ser invitada a sus fiestas porque él también se siente solo y extraña a sus compatriotas. Piensa que en el convite de pronto el anfitrión te confiesa que está pasando por un momento difícil pues acaba de perder a su madre y no ha podido superar ese duro acontecimiento. De repente, entre invitaciones, desvelo y clases, el Rey del Rock te besa y te pide pasar más tiempo con él. Ante la negativa de tus padres de darte permiso para seguirte trasnochando en las reuniones con el famoso cantante, éste decide, con toda su galanura ir uniformado a pedirle permiso de salir contigo a tu padre que es militar. Él accede siempre y cuando te traiga a horas adecuadas. Imagina la emoción que es ser la novia de Elvis en una época en que todas las jovencitas mueren sólo por verlo. La historia de este amor pudo ser fenomenal. Regalos, autos, fiestas, ropa, Graceland. Sin embargo, el cuento de hadas no lo es.

Los desvelos te pasan factura en la escuela. Te cuesta atender las clases en las mañanas y tu guapo novio te da fármacos para mantenerte despierta; por lo que, a la noche, tienes que tomar otra pastilla para poder dormir. Sin embargo, no importa porque estás con él y le sigues el paso en su vertiginosa vida social.

                Pero eso no es todo, después de que tu novio convenciera a tus padres de que se encargaría de que termines la escuela en un colegio religioso con tal de que te dejen mudarte con él, deseas entregarte en cuerpo y alma. Pero él no quiere. Te pide que conserves tu pureza, que esperes porque ahora no es el momento. Y tú sientes un dejo de impotencia pero le haces caso. Esperas. En medio de ello él sale a giras, filma películas, conoce gente y te enteras de sus romances por la prensa. Al cuestionarlo al respecto, se exalta, dice que no es cierto, que exageras y alguna vez te echa de la casa, tú lloras pero él dice que no debes de llegar a ese punto, porque lo que él necesita es una mujer que aguante. Te quedas, aunque su carácter es cambiante debido a sus malestares y quizá por el uso de diferentes drogas. Te quedas aunque no te permita acompañarlo a sus giras. Permaneces aunque tengas que quedarte sola, conservando el fuego del hogar. Aguantas que elija tu ropa, el color de tu cabello y la forma en que te tienes que comportar. Resistes aunque él se niegue a hacer pública la relación de ambos.

                Imagina que posteriormente y sin saber si es por presión, Elvis, tu novio, te pide matrimonio. Al poco tiempo te embarazas pero las cosas no cambian. Después de dar a luz, tu ahora marido vuelve a rechazar tener relaciones contigo, su esposa.

                Esa es la trama de la película “Priscilla” de Sofía Coppola del año 2023, coproducida por la mismísima Priscilla Beaulieu.

¿Puedes ver las denominadas banderas rojas? ¿Rastros de violencia, control y manipulación? Sin importar si vienen por parte de un ídolo como lo es el Rey del Rock, son inadmisibles y pueden provenir de quien sea. 

Al final, nuestra protagonista se da cuenta de que nunca fue prioridad para Elvis en esa relación y de que sus necesidades, emociones y sentimientos fueron minimizados al punto de anularse. Pide el divorcio, se va de Graceland y empieza su viaje para reencontrarse, para sentirse acompañada, para volver a ser ella.

Esta es la historia sólo de su relación con el cantante. Después de que se separó de Elvis Presley, Priscilla se dedicó a sus propios proyectos, como escribir el libro “Elvis and me” en 1985, en coautoría con Sandra Harmon y en el que se basa esta cinta que le valió el premio como mejor cineasta a Coppola en el Mill Valley Film Festival y que a mí me gustó porque es necesario hacer visibles estos mensajes para detectar banderas de agresividad, abuso e invalidación en las relaciones interpersonales aún por encima del amor; es primordial sanar a hombres y mujeres en sus relaciones de pareja, para poder actuar en cuanto se detecten algunos de estos indicios. Es preciso que las mujeres además de amar también estemos atentas. Hacen falta este tipo de mensajes y por eso recomiendo que la vean.