Los diputados locales ya no saben cómo salir del embrollo en que se metieron.

Por quedar bien con la gobernadora Lorena Cuéllar, quedaron mal con el presidente de la República.

Resulta que el mismo día que reformaron la Ley de Deuda Pública del Estado, López Obrador ensalzó las finanzas sin endeudarse de Tlaxcala.

Es decir, el gobierno estatal y los diputados de mayoría morenista, hicieron ver mal al mandatario federal.

Y como se les vino la no noche encima, entre ellos un fuerte reproche del senador José Antonio Álvarez Lima, ahora resulta que dicen que no aprobaron lo que aprobaron.

Que solo adecuaron la Ley federal con la local y que seguirán los candados, porque se requiere de un dictamen para contraer deuda pública.

Un poco cantinflesca la argumentación, pero significa lo mismo, la reforma permite recurrir al financiamiento para proyectos de gobierno.

Lo que está ocurriendo en el Congreso tiene que ver con el servilismo con que inició funciones la LXV Legislatura Local.

En las primeras dos semanas de instalados, los diputados locales han aprobado importantes reformas sin revisarlas a fondo.

La reforma Judicial se aprobó por la vía rápida el mismo día que la remitió el Congreso de la Unión, sin ninguna discusión.

Al día siguiente, se aprobó la creación de la Secretaría de la Mujer y se reformó la Ley de Deuda Pública del Estado

De nuevo, las comisiones legislativas avalaron los dictámenes y al día siguiente el pleno los aprobó sin la mínima revisión

Tal parece que entre los diputados hay una férrea competencia por ver quién queda bien con el gobierno del estado.

A este ritmo, todas las iniciativas que envié el poder Ejecutivo pasarán por el Congreso, sin quitarles ni una coma.

Aunque después digan que no aprobaron lo que aprobaron

victortamayo5@hotmail.com