El Marianismo vira hacía el MC

El Marianismo vira hacía el MC

En la interna priista de 2016, Ricardo García Portilla juraba y perjuraba que no tenía interés en la gubernatura del estado. "No es mi momento", decía.

Una vez que Marco Mena fue ungido candidato, el gobernador Mariano González Zarur juraba y perjuraba que no tuvo nada que ver en la postulación.

Ambos decían la verdad.

En realidad, el entonces mandatario estatal fue quien metió a su ex secretario de Finanzas en la puja por la candidatura priista.

Pero eran tiempos del poderoso PRI, donde gobernador no pone gobernador, por lo que a González Zarur solo le alcanzó para vetar a Anabell Ávalos.

En el gobierno federal de Enrique Peña Nieto tenían la certeza de que en 2016, ganarían nueve de las doce gubernaturas en disputa.

De hecho, Tlaxcala era negociable, por lo que no les importó postular a Marco Mena, quien entonces se ubicaba en el tercer lugar de las encuestas del PRI.

Pero no contaron con la astucia de Mariano González Zarur, quien a un mes de la elección tomó las riendas de la campaña priista y dio la voltereta electoral.

Lorena Cuéllar, la candidata del PRD, intentó tumbar la elección, pero como el PRI perdió nueve de las doce gubernaturas, ya no le cumplieron el acuerdo de darle la gubernatura de Tlaxcala.

Después pasaron cosas extrañas en la política, porque los marianistas fueron relegados en el gobierno de Marco Mena, incluido su jefe de campaña, Ricardo García Portilla.
 
Lo anterior viene a cuento porque ayer, se confirmó que Ricardo García Portilla y Ernesto Ordoñez Carrera, ingresaron a las filas del partido Movimiento Ciudadano.

No es una suma cualquiera, pues se trata de dos altos funcionarios del gobierno de Mariano González Zarur, como secretarios de Finanzas y de Gobierno.

Ambos, tiene experiencia administrativa y capacidad sobrada en el terreno político electoral, pero fueron relegados por el gobierno siguiente y por el PRI.

No son los únicos que se suman al proyecto Naranja, también hay perredistas, socialistas y hasta morenistas. Y vendrán mucho más.

En Morena, nadie sabe para quien trabaja

Con notables ausencias, dirigentes y militantes de Morena celebraron en Tlaxcala, 11 años de la fundación del movimiento que se convirtió en partido político.

No estuvieron, por ejemplo, sus principales liderazgos, como la gobernadora Lorena Cuéllar, quien ha sido la principal beneficiaria del trabajo de otros.

Los pocos fundadores del movimiento que quedan, también brillaron por su ausencia, es más ni siquiera han sido tomados en cuenta, ni por el partido ni por el gobierno estatal.

Por ello, resulta estéril el llamado a un gran pacto de unidad que hizo el líder estatal de Morena, Carlos Augusto Pérez Hernández.

Más aún, porque es la fecha que no se han limado asperezas con los senadores Ana Lilia Rivera y José Antonio Álvarez Lima, ni con la diputada federal Dulce Silva, entre otros.

Por ello, no es casual que grupos internos de Morena, como el del extinto senador, Joel Molina Ramírez, estén migrando a otras fuerzas políticas, como el Movimiento Ciudadano.

Mientras la dirigencia estatal descuida a los de casa, suma a alcaldes de diversos partidos con la zanahoria de apoyos estatales para sus programas municipales.

Y Morena festina las adhesiones como grandes logros, cuando en realidad se ha llevado a ediles muy cuestionados por los pobladores.

Salvo contadas excepciones, al festejo por los 11 años de la fundación del Movimiento, solo acudieron neo morenistas provenientes de otros partidos políticos.

No hubo en el templete, verdaderos fundadores que sudaron la gota gorda y sin recursos, para cumplirle a Andrés Manuel López Obrador.

Lo que significa que unos trabajaron y otros están disfrutando las mieles del poder estatal y federal, lo que corrobora que nadie sabe para quien trabaja.

victortamayo5@hotmail.com