Votar un acto poderoso
“Perder unas elecciones es normal
en una democracia. Lo malo es perder
La democracia en unas elecciones”
Anónimo
Estimado lector, estamos en un punto crucial en la vida democrática de nuestro bello país, donde nuestra atención mental y emocional tendrá que estar bien afocada, informada y sintonizada, hemos escuchado a analistas "expertos" en elecciones expresar que regularmente la ciudadanía elegimos con el corazón, hígado o vesícula, verdad o no, algunos ciudadanos diremos, yo elijo con la cabeza, o elegí a tal candidata (o) porque están guapos, tiene carisma, personalidad, es el más mejor, el menos peor, el menos sangrón, es mi amigo, entre otros adjetivos o apreciaciones, hoy le pido un gran favor, vote, sí, salga a votar pero donde gane la claridad, sencillez, y ganen las propuestas más aterrizables, así como la actitud-aptitud proactiva que dé resultados favorables y visibles a la mayoría de la población.
Imaginemos (no idealicemos) que por y con nuestro voto (sumando nuestros impuestos, que no es cualquier cosa) daremos un giro de 360 grados a ésta descontrolada y desarmónica administración tanto del actual gobierno federal como local, que le parece, tiempo es de contar con un servicio de salud con hospitales limpios, que brinden servicios humanos, preventivos y tecnológicos de primera calidad; que haya sensatez y libertad de libre cátedra y ritmo de aprendizaje en cualquier sub sistema escolar (primaria, secundaria, bachillerato, universidad, donde a la educación pública no la tomen como un negocio, que cada ser humano adopte la ideología o filosofía que mejor le acomode), aunado de no estar adoptando e imponiendo modelos que de cuba, chile o Tanzania, o del partido en turno (es lo mejor para mis ciudadanos); de modelos económicos, por si damos cuenta estimado lector, todo paradigma económico es perfectible, siempre y cuando este nos lleve a un desarrollo y crecimiento vívido para la mayoría de los ciudadanos o para quienes aspiren a una mejor y cómoda vida, donde nuestras valiosas manos, mente y corazón (no hacernos mediocres o inservibles) nos dignifiquen, ayer había oportunidades reales de desarrollo para distintos estratos sociales, hoy sólo unos cuantos personajes desconocidos, sin preparación en la administración pública, elegidos por un gobernante que en los hechos divide clasificando y pervirtiendo la política con una comunicación cooptada, practican un populismo extrapolado convirtiendo aún más en negocio corporativo la administración gubernamental, incluyendo a grupos empresariales que van haciéndose cómplices de actos sociales y políticos en perjuicio de los ciudadanos, la cosa es mantener el poder por el poder, que bienestar de los demás, sólo migajas de amor traducidas en programas sociales que ya con anterioridad se tenían, desapareciendo otros por no convenir a la política actual, y algunos creados hoy, donde los impuestos van a un saco roto ( quizá no, aún se tienen presos a ciertos ciudadanos para próximas votaciones); que decir en materia de seguridad, presentar "datos duros" en lugar de los responsables, pues si son personas no números, desaparecidas y feminicidios, tráfico de personas (niños, jóvenes), esclavitud sexual, violaciones, extorsión y robo en sus distintas formas, comercio informal, tráfico de órganos, consumismo desenfrenado en distintas modalidades, etcétera, ojalá ya no tuviéramos cárceles, C5, alerta Amber, botón rojo, ni normalicemos estas desgracias, si estamos esperando que alguien nos eduque, vamos al revés, seguiremos mal, y más enfermos socialmente.
Como ciudadanos responsables tomemos rumbo, reflexionar que abandonar nuestras necesidades o esperanzas sólo a un grupo, color, o linaje no es garantía de solución, matemos el tirano que llevamos dentro, no es posible que pleno siglo veintiuno sigamos pendientes de que mejoren nuestros servicios públicos (esto por años, y capacidad de impuestos debería estar superado), venzamos viejas prácticas político electorales, innovemos, mostremos nuestro potencial individual y ciudadano, hay un dicho que reza: las comparaciones son odiosas, sí lo pensamos, hacerlo nos debilita, para muestra un botón, (cuál sistema de salud de Dinamarca, por si fuera mentira, además centralizan la dotación oportuna de medicamentos, según se ahorrarán gastos operativos mediante una mega farmacia, sacrificando así nuestra salud, para entonces o me enfermo más o de plano paso a otra dimensión), cada país tiene su idiosincrasia, aceptemos como somos y donde nacimos, sin embargo, trabajemos constantemente en nuestras debilidades, como lo son la ignorancia, la rumorología, la desinformación, la postergación, la justificación, la corrupción, situación lucrativa a grupos o personajes que según hacen política para el logro de intereses particulares; propongamos, proyectemos un país de oportunidades, no de problemas, nota roja o cuentos chinos, en nuestras manos está construirlas.
Son cerca de 20,263 cargos locales de elección, 500 diputaciones, y 128 senadurías federales, así como la Presidencia de la República Mexicana para este próximo 2024, nosotros somos y debemos ser los protagonistas, conocer a nuestros candidatos, reflexionar sobre la reelección, y no a la improvisación es tarea nuestra, sería sabio y asertivo.
Así las cosas, respetado lector, demos ejemplo cívico, defendamos nuestro voto, la pluralidad, los contrapesos, y la autonomía de poderes, postergar su presente y futuro próspero, y el de los demás por unas cuantas monedas en gobiernos faltos de seriedad, compromiso, y dignidad, sería ruinoso. Aprovecho agradecerle su atención a ésta columna, a la vez, desearle apacibles y venturosas fiestas decembrinas en compañía de los suyos. Cuál sería su perspectiva.
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