En nuestras manos un mejor destino para México
Demokratía en perspectiva..
Elizabeth Pérez Báez
“Somos dueños de nuestro destino.
Somos capitanes de nuestra alma”
(Wiston Churchil)
Estimado lector, por qué amar a nuestro México lindo y querido (estribillo que se tararea en una canción conocida), porque es más grande nuestro corazón y espíritu que su extensión territorial, con nuestra pluralidad, multiculturalidad e interculturalidad estamos unidos por un mismo tránsito, así como las distintas arterias sanas que conforman nuestro cuerpo, así nuestro México tendría que funcionar distribuyendo a nuestros estados y municipios una circulación ágil, sana, equilibrada, que de vida viva, no putrefacción, destrucción, y muerte; donde nuestros intereses individuales y nuestras causas colectivas nos conecten para el bien común, ser y estar armoniosos, pujantes, y enérgicos es condición para que nuestro corazón Mexicano lata suave y balanceadamente.
Nuestro México, está convirtiéndose en un horno en llamas, plagado de inseguridad, linchamientos, desapariciones, secuestros, robos a casas, negocios, asaltos, extorsiones a granjeros, sobornos a choferes del transporte público, de carga, así como a automovilistas, en feminicidios ocupamos el segundo lugar a nivel Latinoamérica (datos de la CEPAL), para no variar, quienes tienen la responsabilidad de salvaguardar a Mexico y los mexicanos siguen beneficiándose política y económicamente con prácticas corruptas desproporcionadas (sobre todo de la 4T de quien se esperaba lo contrario) en todos los niveles de gobierno, y territorio, ya sin rubor herencias político administrativas al árbol genealógico se está implantando como normal, sea de diputaciones, senadurías, secretarías y de a perdis una dirección (porque me lo merezco).
Recordemos la máxima de un gran revolucionario (que por cierto fue traicionado como ahora también acontece, de la Historia hemos aprendido mucho para mal o nada para bien) don Francisco I. Madero, que proclama “Sufragio efectivo, no reelección”, para, o por qué en pleno siglo XXI muchos “políticos” quieren reelecionitis, será para obedecer sólo a una persona y cobrar cómodamente, así estaremos de dormidos los ciudadanos o de importarles a los gobernantes, mire usted que modificar nuestra Constitución local a modo y capricho para proteger a amigos, familiares, y los intereses de grupos (abuso de poder y exhibicionismo en su máxima expresión), entonces los ciudadanos para cuándo seremos prioridad en su esfera de poder de acción; porque insisto somos personas de carne y hueso, personas que sufren o han sufrido marginación, indiferencia, racismo, pobreza, maltrato, violación a niños (as), violencia y hostigamiento en casa, laboral, sexual, matrimonio infantil y forzado, trata de personas, mendicidad; aumento de jóvenes que abusan de sustancias estimulantes (porque la vida cada día o se les hace depresiva o demasiado fácil, de no actuar inmediata y seriamente, está por convertirse en un problema de salud pública), etcétera, así que, demos a los mercenarios y destructores abrazos y no balazos, los balazos simbólicos o reales que sean para los ciudadanos de a pie, los que buscan vivir dignamente de un salario decente, los que aspiran a una felicidad real y no ideal, para los que queremos salir a las calles tranquilos, en paz y con confianza; si dejamos de ser pedinches discrecionales, sino vendieran las causas colectivas los dirigentes (porque después o cobran al doble la supuesta ayuda, o vea nada más, nuestras calles sucias, las carreteras como campo de golf, llenas de hoyos, un sistema de salud colapsado, nula o deficiente iluminación en parques y carreteras, etcétera), si como sociedad no priorizamos lo que verdaderamente se necesita para vivir dignamente, y el gobierno deje de actuar como un padre manipulador seguiremos ardiendo en la hoguera, por lo que el horno no estará preparado para gozar equidad, justicia, y prosperidad para todos, ciudadano la felicidad es un estado interno propio de nuestro ser, tengamos un par o diez pares de zapatos eso es libertad de cada quien decidir cuántos y de que color, libertad que precisamente debemos defender a costa de lo que sea, nacimos libres, y preservarla tiene un precio, decir no a la esclavitud moral, ética, o ideológica que quiera imponerme el otro. Cada día es especial del 8M, color naranja, amor y amistad, de la madre, del padre, de las palomitas, y demás, hoy hemos comercializado todo, restándole profundidad y seriedad, y con los programas sociales a quienes han comercializado es a nosotros, convirtiéndonos en una cosa, vaya paradoja.
Lo sabemos, lo tenemos claro, hay que actuar con contundencia, sin mirar atrás (como la reflexión de Lot), los jóvenes sobre todo en edad de participar en la cosa pública tienen la responsabilidad y derecho de salir y hacer efectivo su voto, los adultos y adultos mayores de hacer lo mismo, además de actuar como guías que influcien estando bien informados para conducir a mejor destino a nuestro país, evitando la compra de conciencias, ya que eso también es abonar a la corrupción de la que tanto nos queremos deshacer (hace unos días a una candidata a la presidencia la traicionó su conciencia diciendo sí a la corrupción), resulta fundamental instar a las instituciones de gobierno a dejar de promover el voto dirigido casi obligatorio, por no decir intimidatorio (por aquello de entregar listas, práctica disfuncional de hace unos ayeres), cuando lo que debe permear es gobierno para todos, indistintamente de colores, y banderas.
Así las cosas, respetado lector, recuperemos la sensibilidad hacia propios y extraños, seamos individuos generosos, con confianza entreguemos buenas cuentas a nuestro México, no a un ídolo o a una piedra. Las encuestitis no definen, no somos una bola de masa, cada uno trazemos con fortaleza, corazón e inteligencia nuestro destino. Cuál sería su perspectiva.
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