Dentro de su propuesta de Paquete Económico 2021, el Ejecutivo estatal ha priorizado tres objetivos principales.
El primero es la atención de la pandemia de Covid-19. En efecto, se requieren recursos suficientes para enfrentar los desafíos que, en materia de salud, enfrentará el estado el siguiente año por motivo de la emergencia sanitaria.
El segundo, es la recuperación económica sostenida del estado, para lo que, además de promoción industrial y turística, se requerirán acciones específicas para estimular la inversión y apoyar a empresarios y emprendedores locales.
Y el tercero, es la preservación de finanzas públicas sanas, lo que implica mantener la política de no contratar deuda pública ni crear nuevos impuestos.
Sin duda, vivimos un complicado momento en el que resulta importante que el gobierno estatal priorice la atención de la crisis de salud y económica que deriva de la pandemia de Covid-19. Los pronósticos son claros al advertir que el siguiente año se verán más claros sus efectos, de ahí la necesidad de contar con previsiones presupuestales suficientes.
Ojalá los diputados locales asuman con seriedad el análisis del Paquete Económico 2021, y consideren la disminución por casi 469 millones de pesos de aportaciones provenientes del Gobierno Federal, que representa un decremento de 5.4 por ciento respecto a lo aprobado para este año, al momento de deliberar en torno al proyecto del Ejecutivo estatal.
Sin duda, lograr la reactivación gradual y segura de las actividades económicas, y garantizar la disponibilidad de atención médica, es posible si se logra un gran acuerdo por parte de los poderes para gestionar una recuperación económica sostenida, como lo requieren los sectores productivos.
Seguramente, el Congreso local compartirá con el Gobernador Marco Mena las prioridades del paquete económico, y será sensible a las demandas de los sectores más afectados por la pandemia, para que el gasto privilegie la atención de la población por encima de cualquier tentación política.