El “Frente” del escándalo
En la coalición “Por México al Frente”, se prenden los focos amarillos.
Por la mañana, ciudadanos de San Pablo del Monte se manifestaron en las instalaciones del Comité Estatal de MC, acusando al dirigente estatal Refugio Rivas Corona de imponer al candidato a diputado local en el distrito XV.
La reacción de los simpatizantes resultó comprensible, dado que Refugio Rivas no ponderó procesos democráticos de elección de candidatos; de hecho, su gestión se ha distinguido por el autoritarismo, precisamente, para proteger sus propios intereses.
Y más tarde, corrió ayer la noticia de que Alberto Amaro, diputado del PRD, quien se perfila para ser reelegido por la vía plurinominal, fue detenido por autoridades poblanas, por el delito de homicidio en grado de tentativa.
Hay que recordar que, como parte del proceso penal 43/2012, Amaro fue asegurado en febrero de 2016 por presuntamente disparar en el rostro a quien lo había reemplazado como líder de la Organización de Comerciantes del Tianguis de Tepeaca.
Por donde se vea, estos escándalos abren frentes que en nada ayudan a Ricardo Anaya, quien asegura que meterá a los corruptos a la cárcel, pero sus aliados hacen evidente su irrealizable discurso.
OLVIDANDO EL PESEBRE
En el segundo distrito, parece que, a la candidata a diputada federal, Alejandra Ramírez, le pesa su pasado orticista, pues se promociona como candidata del PRD.
Llama la atención que la sobrina del exgobernador Héctor Ortiz, y el ex rector de la UAT, Serafín Ortiz, pondere las siglas del sol azteca antes que las del PAC, el partido del cual emergió.
Dicen las malas lenguas que ello forma parte de una estrategia para inhibir los negativos que implica presentarse como familiar de personajes cuyas gestiones estuvieron marcadas por abusos y excesos.
“Olvidar” es mejor que “patear” el pesebre.
Ya se verá si la estrategia funciona.
ENLODANDO LA ELECCIÓN
Y en eso de las estrategias, es claro que el candidato de Morena a diputado federal, Rubén Terán, llegó a enlodar la elección.
Como otras “connotadas” figuras de Morena, llegó de otros partidos que no le cumplieron sus caprichos de poder.
Ahora, de cara a la elección federal, su función no es hacer una campaña propositiva, porque evidentemente no conoce la problemática de los municipios del segundo distrito, sino generar división y polémica a partir de señalamientos fundados en supuestos.
Como otros candidatos de Morena, cree que el efecto “Peje” lo llevará a la Cámara Baja, y por eso, en vez de posicionar propuestas propias, repite lo que el señor López promete a sus seguidores.
Por supuesto, todo esto es válido en una contienda, pero no es honesto.
Y se puede esperar de todo en la coalición “Juntos haremos historia”, hasta los desplantes de soberbia del hijo de AMLO que ya dijo que su papá no vendrá porque tienen ganado Tlaxcala. Esa es la clase de respeto que el tabasqueño procura a sus seguidores.
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