Enroques en el Ejecutivo estatal
El Gobernador del Estado, Marco Mena, efectuó esta semana nuevos nombramientos para lograr el fortalecimiento de la Administración Estatal.
Luis Vargas González, llegó a la Dirección General del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Tlaxcala (Cecyte), tras su paso por la Coordinación General del Sistema Estatal de Promoción del Empleo y Desarrollo Comunitario (Sepuede).
Asimismo, José Luis González Cuéllar se incorporó al frente de la Universidad Tecnológica de Tlaxcala (UTT), luego de desempeñarse como Director General del subsistema Cecyte-Emsad.
Estos enroques, sin duda, revitalizan el funcionamiento del sector educativo, y reconocen el compromiso en el desempeño de la función pública.
NUEVOS ROSTROS Y REGRESOS.
Por otra parte, nuevos personajes llegan al gabinete estatal.
En el sector educativo, Victorino Vergara Castillo será responsable de la Dirección del Colegio de Bachilleres del Estado de Tlaxcala (Cobat), y Enrique Padilla Sánchez, titular de la Universidad Politécnica de Tlaxcala (UPT).
Y en el sector social, Dimpna Macías Hernández estará al frente de la Administración del Patrimonio de la Beneficencia Pública del Estado de Tlaxcala.
También regresan al Ejecutivo estatal, Anabel Alvarado Varela y Florentino Domínguez Ordoñez.
La primera encabezará la Comisión Organizadora de la Conmemoración de los 500 años del Encuentro de Dos Culturas, donde el Gobernador ha aventajado trabajo con los embajadores de España y China. Y el segundo se hará cargo de la Coordinación General del Sistema Estatal de Promoción del Empleo y Desarrollo Comunitario (Sepuede).
Nuevamente, se nota el interés del mandatario estatal por mantener equilibrios y hacer reconocimientos a la capacidad personal de los cuadros de su equipo.
MALAGRADECIDO.
Finalmente, vale la pena advertir que el desgano y falta de resultados, así como la indiferencia, la apatía y la deslealtad con el gobierno y la ciudadanía, motivaron la remoción de algunos personajes del gabinete estatal.
El ejemplo más claro es el de Narciso Xicohténcatl Rojas, quien fue separado de la titularidad de la UPT.
No era admisible que un funcionario, sin dar resultados, obrara y se expresara mal del propio gobierno.
Recordemos que el ex funcionario perredista arrastraba tras de sí varios escándalos. El más sonado ocurrió en 2015, cuando el Corporativo Elvan de México, una empresa dedicada a la fabricación de dispositivos médicos, establecida en Tlaxcala, demandó a Xicohténcatl Rojas por fraude, luego de que la firma contratara a la UPT para desarrollar un Monitor de Signos Vitales, pagando por ello más de 30 millones de pesos.
Por si fuera poco, en la cuenta pública 2017, el Congreso del Estado detectó en la UPT un probable daño patrimonial por más de 176 millones de pesos -el 62.6 por ciento del importe devengado en ese ejercicio fiscal-.
Narciso Xicohténcatl debió ser más agradecido, y estar más preocupado por solventar tales irregularidades, antes que querer grillar a la administración que lo arropó.
Comentarios: marcosl.tecuapacho@gmail.com
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