El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, realizó su primera gira de trabajo de 2020 en Tlaxcala con el evento “Diálogo con los pueblos Náhuatl y Otomí” en San Pablo del Monte,
Como era de esperarse, hizo anuncios relacionados con su proyecto de gobierno, como el fortalecimiento de los Programas del Bienestar, de Becas, Jóvenes Construyendo el Futuro, etc.
Sin embargo, lo que más llamó la atención fue el espaldarazo que dio al gobernador de Tlaxcala, el priista Marco Mena.
Apenas un día antes de su visita, en su “mañanera”, destacó que Tlaxcala fuera el único estado del país sin deuda pública, y lo puso de ejemplo ante el caso de varios estados que, en estos momentos, sufren las consecuencias del endeudamiento por la realización de obras construidas con sobrecostos.
Y en San Pablo del Monte, resaltó que la buena relación que sostiene con el Gobernador de Tlaxcala es importante para la unidad, el respeto y el diálogo en la entidad.

UN CLARO MONTAJE.
Por supuesto, como en las otras dos giras presidenciales de 2019, el Gobernador fue blanco de rechiflas provocadas por los organizadores del evento que despachan en las oficinas de la súper-delegación en Tlaxcala.  
De pena ajena resultó este claro montaje que tiene una motivación política.
El mandatario estatal reconoció la relación de colaboración y apoyo del gobierno federal, incluso atribuyó a ello los buenos indicadores que registra Tlaxcala en crecimiento económico y empleo.
Pese a ello, se expresaron reclamos francamente irracionales, ante los cuales el Presidente expresó: "Les voy a decir algo. Fíjense que yo me llevo bien con el Gobernador de Tlaxcala".
Incluso, llamó al pueblo tlaxcalteca, a las autoridades comunitarias, municipales y a la estatal a mantenerse unidas, para favorecer el avance de la entidad.

INSTITUCIONAL.
En su cuenta de Twitter, Marco Mena escribió con motivo de esta gira que propuso a López Obrador que el programa estatal de reducción de pobreza extrema ‘Supérate’ y los programas federales se complementen para reducirla al mínimo, tras enfatizar que en el periodo 2017-2018, la pobreza extrema se redujo de 5.7 a 3.1% de nuestra población.
Y en un segundo mensaje agradeció al Ejecutivo federal su respaldo para continuar en Tlaxcala con obras de infraestructura de gran impacto sin contraer deuda pública.
Así las cosas, Marco Mena, institucional, de principio a fin; López Obrador, receptivo y conciliador; y la súper delegada, belicosa, para variar.