El Gobernador Marco Mena ha sido responsable en la atención de la pandemia de Covid-19 en Tlaxcala.
Aunque el manejo de la situación epidemiológica le ha permitido mantener a Tlaxcala como una de las pocas entidades en la etapa amarilla del semáforo nacional, su administración ha preferido la prudencia para proteger a la ciudadanía.
Lo vimos recientemente con los festejos patrios, que se llevaron a cabo de manera no tradicional, y meses atrás con la cancelación de la Temporada de Luciérnagas, para garantizar medidas de aislamiento social y sana distancia.
Y ahora lo volvemos a corroborar con la suspensión de la edición 2020 de la Feria de Tlaxcala.
Marco Mena hizo lo correcto al privilegiar la salud de los tlaxcaltecas, porque la experiencia difícil de las personas que han enfermado de Covid-19 o de las familias que han sufrido el fallecimiento de un ser querido por causa de esta enfermedad es algo que se debe prevenir.
El Gobierno del Estado de Tlaxcala es de los pocos que, a nivel nacional, puede presentar evidencia de la atención a la crisis generada por el nuevo coronavirus en los principales frentes de interés social: el Fondo de Emergencia contra Covid-19, el Fondo de Apoyo Temporal para Personas Contagiadas, el Fondo para la Protección del Empleo e Ingreso de las Mipymes, el fondo para el sector turístico, el fondo para créditos con garantía de Nafin, el componente “Supérate Mujeres”, y la inversión para duplicar la entrega de paquetes de especies menores a favor de las familias del campo.
Tlaxcala ha enfrentado la pandemia de la mejor manera y con la mayor capacidad a nivel nacional.
Tocará al Patronato de Feria impulsar campañas digitales de fortalecimiento a los sectores que se involucran con la feria de los tlaxcaltecas, a fin de apoyar y respaldar la economía de los expositores, que, sin duda, recienten los efectos de esta lamentable contingencia.

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