Unidad en la contingencia
Esta semana, después de un análisis amplio con los miembros del sector productivo, el Gobierno del Estado concretó el “Acuerdo para la Defensa del Empleo y el Sector Productivo ante Covid-19”, el primero de su tipo en el país.
Tlaxcala volvió a poner el ejemplo, porque, a través de este instrumento legal, el gobierno, los empresarios, los sindicatos y centrales obreras pactaron acciones para cuidar la estructura de la economía local y proteger las fuentes laborales en la entidad.
En estos momentos, reducir los efectos de la emergencia sanitaria nacional debería ser la prioridad de las autoridades en todo el país, y en Tlaxcala así sucedió.
Pero a diferencia de lo que ha ocurrido en otras entidades, en nuestro estado no se hizo de manera unilateral.
La autoridad estatal bien pudo decidir sola las acciones a seguir, pero prefirió acordarlas en conjunto con los actores que integran al sector productivo, para establecer prioridades y decidir en función de coincidencias.
Hay que tener en cuenta que, en 2019, Tlaxcala cerró con el crecimiento proporcional más alto del país y, al cierre de marzo de pasado, en plena pandemia, fue de los pocos estados que creció en empleo.
Por eso era indispensable que, en unidad, se enfrentara en el estado los efectos de la recesión económica del país.
El acuerdo tripartido establece compromisos puntuales, y definitivamente, es una oportunidad para proteger el empleo y cuidar que la planta productiva local se mantenga, a fin de que retome su paso de crecimiento tan luego sea superada la emergencia sanitaria.
Tlaxcala volvió a demostrar que es posible subordinar las agendas particulares de los actores sociales al interés primordial de cuidar la salud y el empleo de la población tlaxcalteca.
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