El dilema de las adhesiones en Morena Tlaxcala

El dilema de las adhesiones en Morena Tlaxcala

 

En la política tlaxcalteca, las recientes adhesiones de exmilitantes de distintos partidos a MORENA han generado un intenso debate. Mientras unos ven en estos movimientos una estrategia pragmática para consolidar la Cuarta Transformación, otros lo consideran una traición a los principios de cambio que dieron origen al movimiento. ¿Es esta apertura, un signo de fortaleza o una claudicación ante los vicios del pasado?

 

Desde una perspectiva analítica, la incorporación de líderes y militantes de otros partidos a MORENA Tlaxcala tiene ventajas y desventajas. En lo positivo, se amplía la base política y se fortalecen las estructuras locales con operadores de experiencia. Esto puede ser clave en la competencia electoral. No obstante, en el lado negativo, existe el riesgo de desdibujar la identidad del partido y generar descontento entre la militancia que ve con desconfianza a quienes ayer eran adversarios. La clave radica en garantizar que estos nuevos cuadros se alineen genuinamente con los principios de la Cuarta Transformación y no solo busquen una nueva plataforma de poder.

 

El malestar entre la militancia es evidente. Muchos cuadros fundadores de MORENA an expresado su rechazo a la inclusión de figuras que, en el pasado, formaron parte de gobiernos priístas que representaban lo que el movimiento busca erradicar. Para ellos, permitir estas adhesiones sin filtros es una decisión equivocada que erosiona la credibilidad de MORENA. La pregunta es: ¿vale la pena sumar números a costa de la confianza y la cohesión interna?

 

Es importante diferenciar entre una adhesión y una candidatura. Mientras que la primera implica la incorporación de un actor político a las filas del movimiento, la segunda supone otorgarle la representación en un cargo de elección popular. MORENA debe dejar claro que aceptar a exmilitantes de otros partidos no significa automáticamente postularlos. La militancia debe tener la certeza de que los valores del partido no se verán comprometidos en aras del pragmatismo electoral.

 

Sin embargo, detrás de esta estrategia podría estar la mano de Marcela González, quien ha demostrado una aguda inteligencia política. Permitir la adhesión de ciertos actores no solo fortalece a MORENA, sino que también debilita a la oposición, fragmentándola aún más. Con este movimiento, MORENA se consolida como la única fuerza capaz de articular un proyecto sólido para Tlaxcala, mientras que los partidos tradicionales ven reducida su base de apoyo. Lejos de ser una decisión precipitada, esto podría ser un golpe maestro en el tablero político local. Y sino, lo veremos al tiempo...