El pecado del abandono: Azain Ávalos Marban condena a la Unidad Deportiva Antonio Carvajal a la oscuridad y al olvido
La Unidad Deportiva Antonio Carvajal, antaño un punto de encuentro vibrante y un referente de salud comunitaria, hoy es la víctima más clara del abandono sistemático del alcalde Azain Ávalos Marban, cuya indiferencia ha hundido este espacio en la oscuridad, la inseguridad y el deterioro absoluto.
Lo que alguna vez fue una zona viva y activa, hoy luce como un territorio olvidado por el gobierno municipal. La falta de iluminación, la ausencia total de mantenimiento y los montones de tierra que llevan meses sin moverse, son el sello del descuido que se ha impuesto sobre este lugar.
Vecinos califican estas enormes acumulaciones de tierra como “monumentos al abandono”, y responsabilizan directamente al alcalde por permitir que el espacio se degrade sin freno.
Por las noches, la Unidad Deportiva se transforma en una boca de lobo donde ni deportistas ni transeúntes se sienten seguros. Jóvenes que antes entrenaban ahí, adultos que solían caminar o jugar futbol, y familias que acudían a convivir denuncian el mismo problema: Azain Ávalos Marban ha dejado morir uno de los espacios más importantes del municipio.
Los usuarios frecuentes del área aseguran que nunca habían visto la Unidad Deportiva tan descuidada. Afirman que, pese a las múltiples quejas vecinales, el alcalde ha optado por voltear la mirada y actuar como si el deterioro no existiera. Para muchos, este abandono no es casualidad, sino el reflejo de un gobierno que ha decidido renunciar a su responsabilidad con la comunidad.
Hoy, la Unidad Deportiva Antonio Carvajal se encuentra atrapada entre la oscuridad, el miedo y la indiferencia institucional. Y mientras los ciudadanos exigen atención inmediata, el alcalde Azain Ávalos Marban parece seguir pecando de omisión, dejando que un espacio vital se desmorone frente a toda la población.
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