Senado, garante de equilibrio y gobernabilidad
En un análisis objetivo del recién concluido periodo ordinario de sesiones en el Senado de la República, hay motivos para sentir satisfacción de los resultados. Más allá de las normales y legítimas diferencias políticas entre las fuerzas partidistas ahí representadas, fue altamente productivo y funcional. Reafirmamos su relevancia como un órgano deliberativo, legislador y garante del marco constitucional, mostramos capacidad para atender la agenda nacional y respondimos a las demandas de la sociedad desde una perspectiva institucional.
En un contexto político marcado por altas expectativas sociales y un
entorno plural, las y los senadores mostramos capacidad de trabajo, conducción
política y continuidad en la agenda pública nacional. Hay razonamientos para
expresarlo de esa forma.
Por ejemplo, el Senado avanzó en la discusión y aprobación de iniciativas fundamentales, respetando en todo momento el proceso legislativo. La atención a reformas estructurales, ajustes normativos y armonizaciones legales permitieron dar continuidad a proyectos prioritarios del Estado mexicano.
Se aprobaron leyes y reformas con impacto en seguridad, justicia,
derechos fundamentales, gestión del agua, política fiscal y economía. También
fueron ratificados puestos clave para el buen funcionamiento de nuestras
instituciones, como lo demuestra la designación de Ernestina Godoy al frente de
la Fiscalía General de la República (FGR).
Entre los ordenamientos legales aprobados podemos mencionar la reforma en materia de combate a la extorsión, con la cual se endurecen las medidas legales contra las personas que practican este delito, que, hay que reconocerlo, afecta a diversos sectores de nuestra sociedad. También fue aprobada la Ley de Aguas Nacionales, con la que se busca garantizar el acceso al agua y se pretende mejorar la gestión de este recurso estratégico para México.
Asimismo, fue aprobada la reforma a la Ley de Amparo, cuyo articulado
protege los derechos fundamentales de las personas ante actos de autoridad y
fortalece las garantías de protección frente a violaciones de derechos. Otra
reforma importante es la que protege la seguridad digital de niñas, niños y
adolescentes, que busca garantizar la seguridad digital de menores en internet,
enfocada en resguardar su privacidad y protección contra delitos cibernéticos y
riesgos asociados al uso de redes sociales.
En materia económica, debe subrayarse la aprobación del paquete
económico 2026, pues éste determina la asignación de recursos públicos para
programas, infraestructura y políticas nacionales. También hubo incrementos
arancelarios a importaciones de hasta 50 %, destinados principalmente a países
sin acuerdos comerciales con México, con la intención de proteger la industria
nacional y generar mayores recursos fiscales. De igual manera, ampliamos las
facultades del Sistema de Administración Tributaria (SAT) para que esta
institución cuente con acceso digital permanente a información de plataformas
digitales, con la finalidad de combatir la evasión y optimizar la recaudación.
En el Senado de la República hubo especial atención a la agenda social y
de derechos, con lo cual nos reafirmamos como un espacio en el que las demandas
sociales encuentran cauce institucional y donde se busca responder a los retos
de desigualdad y justicia social.
Es importante subrayar que siempre hubo un diálogo político y pluralidad
entre todas las bancadas representadas en la Cámara Alta. A pesar de las
diferencias ideológicas naturales en un sistema democrático, mantuvimos
abiertos los canales de diálogo entre todas las fuerzas políticas y fue la
deliberación, el debate en comisiones y el contraste de posturas, las que
enriquecieron las decisiones legislativas.
Además, siempre hubo una relación funcional entre el Poder Legislativo y
el Ejecutivo, así como con otras instancias del Estado, situación que permitió
avanzar en reformas, nombramientos y en el cumplimiento de nuestras facultades
constitucionales, sin menoscabo de nuestra autonomía.
Puedo decir, con absoluta seguridad, que el desarrollo ordenado del
recién concluido periodo ordinario, envía una señal positiva de estabilidad
institucional, todo, en un contexto nacional e internacional complejo. El
Senado ha cumplido su papel como garante del equilibrio de poderes y ha
contribuido a la gobernabilidad democrática y a la confianza en las
instituciones.
Ana Lilia Rivera Rivera
Senadora de la República por el Estado de Tlaxcala
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