Nos enteramos que arreció en fuego amigo al interior de Morena, por el control del Poder Legislativo y del Partido en Tlaxcala.

La semana pasada, desde el cuartel de Lorena Cuéllar Cisneros se lanzó metralla mediática contra Joel Molina Ramírez.

Y es que a la próxima súper delegada no le gustó que el líder estatal de Morena, cuestionara el actuar de los diputados locales de ese partido.

Molina Ramírez reconoció que la “inexperiencia” de los integrantes de su bancada estaba retrasando los trabajos legislativos.

Eso bastó para que se le acusara de querer controlar a los diputados morenos y meterlos en cintura para imponerles gente de su confianza.

No fue todo, también lo acusaron de pretender imponer a María del Rayo Netzahuatl, en la Comisión de Finanzas, quien dicen, no tiene el consenso en el partido ni el perfil para ocupar esa cartera.

La disputa al interior de Morena también provocó fisuras con el Partido del Trabajo, quien también quiere la Comisión de Finanzas del Congreso.

El líder petista Víctor Castro López asegura que merecen esa posición por ocupar la segunda fuerza política en la presente legislatura.

Ese estira y afloja en la fracción mayoritaria y con sus aliados, ha provocado retrasos en la integración de Comisiones y en Órganos Directivos.

Hay quien responsabiliza de esa crisis interna a Lorena Cuéllar, porque dicen que quiere el control de los diputados y apoderarse de la dirigencia del Partido en el Estado.

De ahí que los partidarios de Joel Molina Ramírez están molestos con la intromisión de la ex priista y ex perredista, quien sin despeinarse, se subió al barco de AMLO apenas este año.

Por lo que aseguran que no permitirán que se desplace a los liderazgos de hueso colorado, que han venido trabajando por la "causa" desde hace años.

victortamayo5@hotmail.com