Andrés Manuel López Obrador será presidente de México después de dos dolorosas derrotas electorales, aunque él dice que no perdió, que le robaron.

Sin embargo, como él mismo definió al recibir su constancia de mayoría, su "persistencia" fue la que la llevó al triunfo el 1 de julio pasado.

En los hechos AMLO se tardó doce años, en los cuales siempre anduvo en campaña permanente, pero  al final consiguió su objetivo.

Lo anterior refrenda la tesis de que en política no se puede dar por muerto nadie, pues se pierden batallas pero no la guerra.

Eso viene a cuento porque luego del 1 de julio pasado, los actores políticos ya tienen la mira puesta en la elección local de 2021.

Dentro de tres años habrá comicios, no solo para renovar las cámaras de diputados local y federal, sino la gubernatura del estado.

Y es un hecho que Lorena Cuéllar Cisneros ya se convirtió en  la primera política local en arrancar la carrera sucesoria.

Desde hace algunos días, la ex alcaldesa de la capital ya se encuentran en abierta campaña con la venia de López Obrador.

No en balde, el próximo Presidente de México le dio el empujón que necesita con el nombramiento de coordinadora  estatal del gobierno federal.

Salvo un tropezón, Lorena Cuéllar será la próxima candidata de Morena, y los partidos que sume, al gobierno del estado.

Aunque tampoco hay que dejar de lado que en política no hay nada escrito, pues del plato a la boca se puede caer la sopa.

De hecho Lorena Cuéllar ya tuvo dos reveses en elecciones pasadas, cuando tenía todo amarrado para ser gobernadora de Tlaxcala

En la elección de 2010, a la morenista se le apareció Mariano González Zarur, quien le arrebató la candidatura del PRI, que ya había pactado con Beatriz Paredes.

Luego, en los comicios de 2016, perdió la elección ante Marco Antonio Mena, cuando tenía el respaldo político de muchos actores internos y externos.

Estamos hablando de figuras como Miguel Ángel Osorio Chong, Beatriz Paredes, Rafael Moreno Valle, Miguel Ángel Mancera, Graco Ramírez, Silvano Aureoles, entre muchos otros, y ni así pudo.

Lo que significa que lleva dos intentos fallidos de llegar al Palacio de Gobierno, que se pueden prolongar si sigue con una actitud belicosa.

Los pocos cercanos que le quedan, pues muchos se abrieron luego de la elección de 2016, andan amenazando a todo mundo.

Lo peor es que la prepotencia con la que actúan los lorenistas, se la endilgan a su propia jefa, sin que ella se deslinde de esos actos.

En fin falta mucho trecho por recorrer pues el camino por la gubernatura es largo y apenas empieza. 

victortamayo5@hotmail.com