(Alexis P. González) Un grave incidente que combina un aparatoso accidente vial y una presunta agresión por parte de elementos de la policía estatal ha desatado indignación en la comunidad. 

Los hechos ocurrieron esta mañana sobre la carretera federal Tlaxcala-Puebla, a la altura de Acuitlapilco, Tlaxcala, cuando una patrulla oficial, señalada por la víctima de circular en sentido contrario, impactó de frente a un vehículo particular.

La víctima relató que el accidente ocurrió justo cuando se incorporaba a la vía en el tercer carril, después de que dos combis le cedieran el paso. En ese momento, la patrulla de la policía estatal, identificada con el número TL169A1, y que supuestamente se dirigía a un apoyo o en persecución de un auto robado que activó los arcos de seguridad, irrumpió en sentido contrario sin llevar las torretas ni códigos activados, impactando violentamente la parte delantera del vehículo.

Tras el choque, la situación escaló drásticamente. En lugar de asistir a los afectados, los policías a bordo de la patrulla comenzaron a agredir a los ocupantes del vehículo particular, acusándolos de ser los culpables del percance, esto según el afectado. Sin embargo, esta versión fue rápidamente contradicha por los testigos presenciales, incluyendo los conductores de las dos combis que habían cedido el paso a la víctima.

La tensión se convirtió en violencia cuando los testigos intervinieron para defender a los afectados, lo que provocó que los policías también arremetieran contra ellos. Vecinos de la zona acudieron al lugar para apoyar a las víctimas y calmar los ánimos. Una ambulancia llegó para atender a los ocupantes del auto particular, sin que presentaran lesiones graves.

Lo que ha generado mayor indignación es la sospechosa y rápida actuación para retirar la patrulla involucrada. Inesperadamente, una grúa se llevó la unidad TL169A1 del lugar antes de que se realizaran las diligencias correspondientes y sin que las partes pudieran intervenir adecuadamente. Esta acción ha levantado serias dudas sobre la transparencia del procedimiento.

Las víctimas han denunciado que los policías involucrados no se identificaron ni proporcionaron sus datos, dejando a los afectados en la indefensión. 

Serán las autoridades las que finquen y deslinden responsabilidades, a fin de que se reparen los daños causados.

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